A veces, cuando nada marcha de acuerdo a lo esperado y la preocupación es quien reina, cuando el quebranto y las lágrimas inundan nuestros ojos, y todo parece ser inútil...
...solo una cosa puede ahuyentar las lágrimas que nos queman y ciegan; alguien que suavemente te eche el brazo por encima y te susurre: "no te preocupes".
Nadie ha logrado descifrar por qué esas palabras traen tanto consuelo, o por qué tal susurro hace que nuestras preocupaciones se despejen al instante.
Sin embargo, cuando los problemas nos dan la bienvenida podemos olvidarnos de ellos y dejarlos atrás, cuando alguien suavemente te echa el brazo por encima y te susurra: no te preocupes.
El amor que procede de tan suave caricia es amor verdadero.
Podría ser que un abrazo así a tu corazón no traiga consuelo, pero si el amor es el móvil, dulce consuelo encontrarás cuando alguien suavemente, te eche el brazo por encima y susurre: ¡No te preocupes!
¡Este poema refleja el consuelo que solo se experimenta a través de un toque amoroso! Demuestra el amor que sientes por tus hijos en lo que dices y haces. Ese amor te será devuelto multiplicado.
Muchos de los que han estado enamorados toda una vida nos dicen menos sobre el tema, que el niño que ayer perdió a su perrito.
1 Juan 3:11
Que nos amemos unos a otros.
Que nos amemos unos a otros.
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