lunes, 21 de marzo de 2016

Una Pastilla Más

Solo una pastilla más.
Sí, eso fue lo que les dije a mis amigos, solo una pastilla más y ya no volveré a consumir otra. Pero como siempre, nunca he podido dejar de consumir drogas.
Mis padres y mis amigos me han dicho que deje de consumirlas porque puede irme mal, y como siempre, nunca les hago caso.
Hace dos días, consumí más de una pastilla para salir de la depresión. Me comenzó a doler la cabeza y me desmayé.
Recuerdo que al día siguiente amanecí acostado en la cama de un hospital, viendo a mis padres que estaban a un costado de la cama llorando sin parar, y yo sin poder moverme y decirles que no se preocupasen, que iba a estar bien.
Hoy estoy muy triste porque mis padres y amigos ya no me hacen caso. Yo les hablo fuerte e incluso hasta les grito para que me hagan caso, pero ellos no me escuchan. Creo que yo ya estoy muerto por el simple hecho de que no me hablan, e incluso juraría que no me ven.
Por la tarde vi a mis padres llorar como nunca habían llorado, preguntándose por qué tuve que morir.
Si hubiera hecho caso nada de esto hubiera pasado. Pero yo siempre decía: “Sólo una pastilla más” y ya no vuelvo a consumir otra, pero nunca cumplí. ¡Qué lástima!
Así que amigo, si te encuentras hundido en las drogas, trata de salir de ellas antes de que te pase lo mismo y sea demasiado tarde.
No permitas que una pastilla, un cigarro, una cerveza o una inyección te domine. Fuiste hecho para gobernar y no para ser gobernado. Dios está a tu lado para ayudarte. Míralo a Él.
Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios y les dijo: Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sojuzgadla; ejerced dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra. Génesis 1:27-28.

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