miércoles, 9 de marzo de 2016

¿Por qué hago lo que hago?

 “Es más fácil desintegrar un átomo que un concepto”. Albert Einstein.
Esta es una pregunta que muchas personas se han hecho alguna vez en la vida. Comienzan a cuestionarse si podrían hacerlo de otra manera y surge lo que se llama “paradigma”. Quizá para muchos sea un término nuevo, sin embargo vivimos con muchos paradigmas.
Un paradigma es un modo de ver la realidad, que nos sirve de marco o modelo de referencia. El modo como vemos las cosas (paradigmas) es la fuente, generalmente, del modo como pensamos y del modo como actuamos. Todos pensamos que vemos las cosas como son, que somos objetivos, pero no es así. Vemos el mundo no como es, sino como somos nosotros. Es decir, veo el mundo de acuerdo a como soy, o de acuerdo a lo que yo piense de mí. ¿Y qué pienso de mí? ¿Pienso que soy un ganador en la vida o un perdedor? De acuerdo a lo que yo piense, de esa manera voy a actuar.
Tenemos muchos paradigmas, inclusive hasta para relacionarnos con Dios, que no nos permiten alcanzar nuestro potencial y mucho menos disfrutar la vida en plenitud.
Hace siglos se pensaba que la Tierra era el centro del universo, que todo giraba alrededor de ella, y luego se descubrió que era al contrario, que giraba alrededor del sol. Un paradigma que se rompió, era que para ser salvo había que ser bueno, y Jesús, un excelente maestro, rompe el paradigma y le dice al ladrón que estaba a su izquierda, que hoy estaría en el paraíso. Para ser salvo solo hay que creer en Jesús, quien es el camino, la verdad y la vida.
¿Cuáles son los paradigmas que tienes acerca de ti?
Algunos de lo más comunes son: “No puedo cambiar”, “No puedo lograrlo”, “Funciona para otros pero para mí...”, “Soy torpe”, “Soy un fracasado”…
Hoy es un buen día para romper con los paradigmas que hay en tu vida. Tú puedes elegir cambiar hoy y comenzar de nuevo a vivir.
Hay una reflexión que muchos conocen y es la de los cinco monos, que ilustra muy bien esto de los paradigmas.
Un grupo de científicos colocó cinco monos en una jaula en cuyo centro colocaron una escalera y, sobre ella, un montón de bananas. Cuando un mono subía la escalera para agarrar las bananas, los científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los que quedaban en el suelo.
Después de algún tiempo, cuando un mono iba a subir la escalera, los otros le golpeaban, hasta que llegó un momento en que ningún mono subía la escalera a pesar de la tentación de las bananas. Entonces, los científicos sustituyeron uno de los monos, y lo primero que hizo el nuevo individuo fue subir la escalera, siendo rápidamente bajado por los otros, quienes le propinaron una gran paliza. Después de algunas palizas, el nuevo integrante del grupo ya no subió más la escalera, aunque nunca supo el porqué de tales palizas. Un segundo mono fue sustituido, y ocurrió lo mismo. El primer sustituto participó con entusiasmo de la paliza al novato. Un tercero fue cambiado, y se repitió el hecho, lo volvieron a golpear. El cuarto y finalmente, el quinto de los veteranos fueron sustituidos. Los científicos quedaron entonces con un grupo de cinco monos que, aún cuando nunca recibieron un baño de agua fría, continuaban golpeando a aquel que intentase llegar a las bananas.
Si les preguntásemos a algunos de ellos por qué le pegaban a quien intentaba subir la escalera, con seguridad la respuesta sería: “No sé, aquí las cosas siempre se han hecho así.”
Quizás te hayas dado cuenta que si sigues haciendo las cosas de la misma manera vas a obtener los mismos resultados. ¿Qué vas a hacer, pues, para obtener nuevos resultados? ¿Qué vas a hacer para cambiar tus paradigmas?
Es el momento de dejar de hacer las cosas porque siempre se han hecho así. Es tiempo de apartar lo viejo de tu vida que ha sido un estorbo, como malos hábitos, malas costumbres, malos pensamientos acerca de ti. Es tiempo de vestirte de lo nuevo, de aprender buenos hábitos, desarrollar una conducta ejemplar en el matrimonio, en el hogar, trabajo o negocio, es tiempo de vivir en libertad y no en esclavitud. Alguien dijo que para Dios fue más fácil libertar a su pueblo de la esclavitud de Egipto que de la esclavitud de sus mentes.¿Cómo son tus pensamientos?
Rompe con los paradigmas que hay en tu vida. Dios no hizo de ti un mono, Él te hizo a su imagen y semejanza. Él te hizo un ganador/a.


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