Nos gustaría que el mundo fuera para nosotros un lugar acogedor, lleno de momentos de satisfacción y desprovisto por completo, de los contratiempos propios de estos tiempos. En cuanto nos despertamos y encendemos la radio o la T.V para oír las noticias, el mundo con su dura crudeza, nos golpea el rostro sin misericordia. Muertes en Iraq, enfrentamientos en la franja de Gaza en la que se nos quiere presentar a un Israel asesino violentando el derecho de los “pobres” palestinos, por no dejar de mencionar los asesinatos masivos de cristianos, perpetrados por los miembros del llamado estado Islámico. En fin, estas y muchas otras malas noticias nos llegan una y otra vez a través de los medios de comunicación. Sin duda todo este panorama nos golpea, hasta el punto de llegar a la triste conclusión de que este mundo no tiene para nosotros, ningún atractivo.
Si tuviéramos que buscar una sola razón para aferrarnos a la vida, tendríamos que dejar por sentado inicialmente, que no vale la pena empeñarnos en ese aferramiento, porque este mundo está plagado de malas noticias y de sinsabores. Solo existe un oasis para calmar la sed de realización, éxitos y satisfacción que como un fardo pesado cargamos todos a cuestas, y ese oasis solo se puede encontrar en los brazos siempre tiernos del Amado.
Si tuviéramos que buscar una sola razón para aferrarnos a la vida, tendríamos que dejar por sentado inicialmente, que no vale la pena empeñarnos en ese aferramiento, porque este mundo está plagado de malas noticias y de sinsabores. Solo existe un oasis para calmar la sed de realización, éxitos y satisfacción que como un fardo pesado cargamos todos a cuestas, y ese oasis solo se puede encontrar en los brazos siempre tiernos del Amado.
Jesús ha prometido llevar nuestras cargas, ser nuestro amigo, llenarnos con su presencia y ayudarnos en las debilidades por el puro afecto de su voluntad. A nosotros, que durante mucho tiempo le volvemos el rostro, le blasfemamos y le consideramos un personaje místico, histórico e intrascendente para nuestras vidas.
A pesar de ser tan desagradecidos, yo hoy sé algo que me anima a vivir, y es que Él no es ajeno a lo que ocurre en este mundo. Por esta razón puedo contar cada acontecimiento negativo de mi vida como un escalón más que asciendo, hasta el día definitivo que Él me lleve a su presencia, cuando enjugará cada lágrima derramada por aquellos que le consideraron el rey de sus vidas.
¿Estás siendo violentado por las malas noticias de este mundo? Seguramente, pero hay una buena noticia: el día destinado para enjugar tus lágrimas está cerca, y ese día todos los medios de prensa y audiovisuales se encargarán de anunciar al mundo la desaparición misteriosa de la Iglesia de Jesucristo. ¡Voló!....
“…porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos… (Apocalipsis 7:17)
¿Estás siendo violentado por las malas noticias de este mundo? Seguramente, pero hay una buena noticia: el día destinado para enjugar tus lágrimas está cerca, y ese día todos los medios de prensa y audiovisuales se encargarán de anunciar al mundo la desaparición misteriosa de la Iglesia de Jesucristo. ¡Voló!....
“…porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos… (Apocalipsis 7:17)
Que vivas aferrado a las buenas noticias del evangelio de Jesucristo, y tengas gozo en medio de las malas noticias de este mundo.
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