No te sientas triste ni mucho menos insignificante, porque te castigas a ti mismo y te martirizas cuando no te valoras como lo que eres: alguien demasiado especial como para permitir que los complejos te dañen y se adueñen de tu vida. Mejor es que te "pongas bonito(a)". Entusiásmate pensando en lo bueno que te falta por descubrir en la vida. Dale brillo a lo mejor que hay en ti y ¡resplandece! Elige sonreír en vez de llorar. Procura que predominen en ti y que afloren ante el mundo tus mejores atributos y aptitudes.
No te agobies por lo que no tienes y crees necesitar para ser mejor, porque tú eres bueno tal como eres. Eres justo como debes ser, posees en tu interior un corazón maravilloso que te permite amar, y dejas que él cumpla su función en tu vida. Flaco, alto, gordo, bajo, moreno, blanquito, de ojos grandes o achinados… No importa lo que pienses que te hace imperfecto y defectuoso, porque ¡eres una hermosa criatura de Dios! Permite que los demás descubran esa luz, esa belleza que hay en ti, pero aún si ellos no lo descubrieran o pensaran de diferente forma, reconócete, ámate y respétate siendo como eres. No te presentes ante los demás con máscaras pues solo lograrás engañarte a ti mismo. Que quienes te quieran y te admiren lo hagan sabiendo la bella persona que eres.Nuestro objetivo como Iglesia es llevar a la gente a la fe en Jesús e integrarla en la familia de Dios. Y que nuestro carácter se parezca al de Cristo, glorificando a Dios y sirviendo en toda buena obra.
domingo, 13 de septiembre de 2015
Recuerda que tú eres alguien Especial
No importa cómo te sientas hoy…
Dejando a un lado lo que pensaste esta mañana cuando te miraste al espejo y viste algo que no te agradó, tú eres único, auténtico, especial e irreemplazable en este mundo. Tú tienes un conjunto interesante de rasgos, actitudes, habilidades y características que te identifican. Dios te diseñó con unas cualidades exclusivas que te distinguen entre los demás.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario