“Cuando debes hacer una elección y no la haces, eso es ya una elección.”
Vivir la vida es algo muy sencillo pero nosotros la hacemos muy complicada. Aunque somos seres creados por Dios con múltiples capacidades, nos cuesta madurar, relacionarnos, y lo que más nos cuesta, elegir. Tú observa a los animales y al resto de la creación, y verás que ninguno se complica, no se preocupan por su pasado ni se afanan por el mañana. Solo nosotros somos capaces de convertir un "sí hasta que la muerte nos separe" en un "me quiero divorciar, no aguanto más". Lo mismo pasa en las relaciones, en los negocios, en el trabajo y en el ministerio. Nuestra tendencia es complicar las cosas en vez de buscar soluciones. Pero si nos equivocamos fue por nuestra elección; Dios nos dio la capacidad de elegir y siempre nos lleva a ella. La vida es una constante elección, y ella es la que nos hace libres o esclavos.
Hay una teoría restrictiva conocida como “el eslabón más débil”. Se trata de un concepto revolucionario en el liderazgo que deberíamos aplicar a nuestra vida: “Una cadena es tan fuerte como su eslabón más débil”. En pocas palabras, la cadena soporta lo que resiste el eslabón más débil, no el más fuerte. Una cadena con 30 eslabones de 20 cms. y uno solo de 3 cms, ¿por dónde se romperá?
Ese eslabón débil es lo que te está impidiendo avanzar, crecer y alcanzar tus sueños.
¿Cuál es tu eslabón más débil? No es el que piensas, no es tu mal carácter, tu falta de perdón, tu incredulidad, tu orgullo, tu apatía o indiferencia, todo eso es relativo porque tú lo puedes cambiar. Tu eslabón más débil está en tu capacidad de elegir. Tú puedes elegir vivir en libertad o vivir en esclavitud, vivir en bendición o maldición. De toda la creación, al único ser que Dios le dio la capacidad de elegir es al hombre. En Génesis encontrarás que Dios le dio un mandato: Puedes comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no deberás comer. El día que de él comas, ciertamente morirás. Génesis 2.16b, 17 NVI. Tú ya conoces como termina la historia y sabes que hoy, muchos viven las consecuencias de la elección de Adán. La elección de Adán trajo muerte, esclavitud y maldición.
Tú ya no puedes cambiar tu pasado, pero sí puedes cambiar tu futuro a partir de hoy con tan solo elegir bien. Si eliges bien te irá bien en la vida. ¿Ves?, siempre estamos eligiendo.
“Hoy te doy a elegir entre la vida y la muerte, entre el bien y el mal.” Deuteronomio 30:15 NVI
¿Cuál va a ser tu elección hoy? ¿Te vas a dejar llevar por las circunstancias? ¿Te vas a dejar llevar por tus emociones o sentimientos? ¿Vas a seguir buscando culpables en el pasado de tu situación actual? ¿Vas a seguir excusándote en tus debilidades para no cambiar? ¿Vas a seguir pensando que algún día todo cambiará? En definitiva, ¿vas a seguir siendo victima o te convertirás en el protagonista de tu vida?
Saber elegir es ser libre, se trata de ser consecuente con tus decisiones. Si no eres consciente y consecuente de tus decisiones, el eslabón más débil de tu cadena se rompe y pierdes la libertad. Y sin libertad olvidas tu verdadera identidad como hijo de Dios, y te pierdes el maravilloso destino de tu vida.
Si te equivocaste en tus decisiones, si la elección que hiciste un día, consideras que fue la peor porque hoy no estás disfrutando nada, debes cambiar tu realidad actual, todo tiene solución. Comienza a elegir bien y ve tras esa vida extraordinaria. ¿Cuál es tu anhelo?
Saber elegir es ser libre, se trata de ser consecuente con tus decisiones. Si no eres consciente y consecuente de tus decisiones, el eslabón más débil de tu cadena se rompe y pierdes la libertad. Y sin libertad olvidas tu verdadera identidad como hijo de Dios, y te pierdes el maravilloso destino de tu vida.
Si te equivocaste en tus decisiones, si la elección que hiciste un día, consideras que fue la peor porque hoy no estás disfrutando nada, debes cambiar tu realidad actual, todo tiene solución. Comienza a elegir bien y ve tras esa vida extraordinaria. ¿Cuál es tu anhelo?
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