“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”
2 Corintios 5:17 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
El hombre sin DIOS se especializa en seguir sus convicciones y obtener placeres. Es hedonista, lucha por ambiciones egoístas y se idealiza. Ante sus ojos no tiene defectos sino que el mundo no lo entiende. Su vida se convierte en un constante acumular bienes y pagar cuentas, sus días son invertidos en aquello que es pasajero. Por más que busca ser saciado jamás queda satisfecho. En esta búsqueda puede intentar llenar su vacío con alcohol, drogas, sexo, dinero, o algo más. Y en muchas ocasiones, aquello que antes le daba placer se convierte en su amo, y en algunos casos llevándole a perder todo lo que posee incluyendo su vida. Estas personas se encuentran muertas espiritualmente, y solo existe alguien que les puede revivir y ofrecer una nueva oportunidad: Jesucristo.
Yo fui tal como lo describo. Movido solo por lo temporal e intentando llenar un gran vacío interior con alcohol. Ello me llevó al endurecimiento de mi corazón, me causó secuelas físicas, dejé de sentir y estuve atrapado por las tinieblas. Posteriormente, busqué a Jesucristo de todo corazón, y Él con su gran poder, me liberó de mis cadenas. Enterró mi pasado y me otorgó una nueva oportunidad.
La libertad y la eternidad de las personas tenía un precio, que era un sacrificio perfecto. Jesucristo pagó ese precio en la Cruz, para que en el momento que alguien buscase libertad y un nuevo comienzo, lo obtuviese por medio de su fe en Jesucristo. Es decir, todo lo que tiene que hacer alguien que se encuentra atado, es creer que Jesucristo es el Hijo de DIOS y que pagó por sus pecados. Así, éste puede obtener una nueva vida. Jesucristo es el único con el poder suficiente para romper cualquier cadena, sacarte de las tinieblas y sanarte cualquier enfermedad. Y todo lo que hay que hacer es creer en Él.
“Pues todo el que invoque el nombre del Señor será salvo.”
Romanos 10:13 (Nueva Traducción Viviente).
Si tú te encuentras con cualquier tipo de cadena o atrapado en las tinieblas, cree de todo corazón que Jesús puede y quiere liberarte, y así te será hecho. Haz esta oración y recibe una nueva oportunidad:
“DIOS, creo que Jesucristo es tu Hijo, que está vivo y que pagó por mis pecados. Perdona mis pecados. Señor Jesús, lávame con tu sangre y sálvame. Quebranta las cadenas que me han aprisionado y dame una nueva oportunidad. Dame una nueva vida y envía a mí tu Espíritu Santo para que me ayude a hacer tu voluntad. Oro esto en el nombre de Jesús, Amén.”
Si has hecho la oración, felicidades por la mejor decisión que has hecho en tu vida. También es imperativo que busques una congregación Cristiana donde usen la Biblia como base, y reconozcan la existencia del Espíritu Santo y Sus manifestaciones. Busca a Jesucristo y Su voluntad día a día y te irá bien.
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