miércoles, 12 de agosto de 2015

¿Qué es el Cristianismo y qué creen los cristianos?

1ª Corintios 15:1-4 dice, “Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras.”

En pocas palabras, esa es la creencia del Cristianismo. El Cristianismo es único entre todas las otras expresiones de fe, porque el Cristianismo trata más acerca de una relación que de una práctica religiosa. En lugar de adherirse a una lista de lo que “debe y lo que no debe hacerse”, la meta de un Cristiano es cultivar un caminar cercano con Dios el Padre. Esa relación se ha hecho posible por la obra de Jesucristo, y el ministerio en la vida del Cristiano por el Espíritu Santo.


Los Cristianos creen que la Biblia es la Palabra de Dios inspirada, infalible, y que su enseñanza es la autoridad final (2ª Timoteo 3:16, 2ª Pedro 1:20-21). Los cristianos creen en un Dios que existe en tres personas, el Padre, el Hijo (Jesucristo), y el Espíritu Santo.
Para nosotros, la humanidad fue creada específicamente para tener una relación con Dios, pero el pecado separa de Dios a todo hombre (Romanos 5:12, Romanos 3:23). El Cristianismo enseña que Jesucristo caminó por esta tierra, hecho completamente Dios y hombre (Filipenses 2:6-11) y murió sobre la cruz. Los Cristianos creen que después de Su muerte en la cruz, Cristo fue enterrado, resucitó, y ahora vive a la diestra del Padre, intercediendo por los creyentes para siempre (Hebreos 7:25). El Cristianismo proclama que la muerte de Jesús en la cruz, fue razón suficiente y única para pagar completamente la deuda del pecado que tenían todos los hombres, y ésta es la que restaura la relación rota entre Dios y el hombre (Hebreos 9:11-14, Hebreos 10:10, Romanos 6:23, Romanos 5:8).
A fin de ser salvo, uno simplemente debe poner por entero su fe en la obra completa de Cristo en la cruz. Si alguien cree que Cristo murió en su lugar, pagó el precio de sus pecados, y resucitó, entonces la persona es salva. No hay nada que alguien pueda hacer para ganar la salvación. Nadie es “lo suficientemente bueno” para agradar a Dios por sí mismo, porque todos somos pecadores (Isaías 64:6-7, Isaías 53:6). En segundo lugar, no hay nada más que se deba hacer porque ¡Cristo ha hecho toda la obra! Cuando estuvo en la cruz, Jesús dijo “Consumado es” (Juan 19:30).

Como no hay nada que uno pueda hacer para ganar la salvación salvo poner su plena confianza en la obra de Cristo en la cruz, tampoco hay nada que pueda hacer para perderla. Recuerde: ¡la obra fue hecha y completada por Cristo! ¡Nada acerca de la salvación depende del que la recibe! Juan 10:27-29 declara “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni ningún (hombre) las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio (a ellas), es mayor que todos, y ningún (hombre) las puede arrebatar de la mano de mi Padre.”

Algunos podrían pensar, “¡Esto es grandioso; una vez que soy salvo, puedo hacer lo que me agrada y no pierdo mi salvación!” Pero la salvación no consiste en ser libre a fin de hacer lo que a uno le agrada. La Salvación es liberarse de tener que servir a la vieja naturaleza pecaminosa, y ser liberado para ejercer una correcta relación con Dios. Mientras los creyentes vivan en esta tierra en sus cuerpos pecaminosos, tendrán una lucha constante en sucumbir al pecado. Y vivir en pecado dificulta la relación que Dios quiere tener con la humanidad; mientras uno viva en pecado, no como un creyente, no va a disfrutar de la relación que Dios intenta tener con él. Sin embargo, los Cristianos pueden tener la victoria en la lucha contra el pecado, al estudiar y aplicar la Palabra de Dios (la Biblia) en sus vidas y ser controlados por el Espíritu Santo, lo que significa someterse a la influencia del Espíritu, poner éste a la cabeza en cualquier circunstancia, y obedecer la Palabra de Dios a través de Él.

De manera que, mientras muchos sistemas religiosos requieren que una persona haga o no ciertas cosas, el Cristianismo trata de tener una relación con Dios. El Cristianismo trata de creer que Cristo murió en la cruz como pago por el pecado, y que también resucitó. La deuda de su pecado (el de nosotros) ha sido pagada y podemos tener compañerismo con Dios. Usted puede tener la victoria sobre su naturaleza pecaminosa, y caminar en compañerismo y obediencia con Dios. Ese es el verdadero Cristianismo bíblico.


 

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