lunes, 31 de agosto de 2015

La Pequeña Pantalla

No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. 2 Corintios 4:18.
Pantallas-041111El término "pequeño" califica el tamaño de un objeto, pero también puede designar algo de poca importancia. Aunque es un objeto pequeño, ¿ocupa un lugar especial la pequeña pantalla en nuestra sociedad? Pequeño espacio, según usted, pero gigantesco en el impacto que ejerce. Desde la infancia no se concibe vivir sin televisión. Incluso los hogares más modestos no se imaginan arreglárselas sin ella. La pequeña pantalla capta la información de todo el mundo para cautivar al mundo entero. Diariamente y durante horas, la pequeña pantalla acapara los ojos, los oídos y los pensamientos de millones de nuestros contemporáneos en el planeta.
Creyente o no, cada uno dará cuenta a Dios del empleo del tiempo que Él le otorgó. Sin duda queremos mirar solo buenas emisiones, buenos programas, no obstante, seamos conscientes de que además del tiempo que pasamos en mirarlos, también influyen en nuestros pensamientos.
Apaguemos nuestra TV y coloquémonos delante de Dios. Abramos su Palabra e implementemos sus pensamientos. Cristianos, vayamos a lo esencial. Tomémonos el tiempo para orar; no solo unos minutos a la carrera, sino seriamente y con perseverancia, porque Dios escucha. Esta actitud tendrá consecuencias felices y eternas para nosotros.
¡Cuántas personas, absorbidas por la televisión, han entrado en la eternidad sin que la pequeña pantalla les haya dejado el tiempo de pensar en su porvenir eterno!

No hay comentarios:

Publicar un comentario