lunes, 29 de junio de 2015

Vive tu vida de manera que los demás siempre te recuerden.

Hay una frase que dice:“cuando naciste, tú llorabas y todos alrededor sonreían; vive tu vida de tal forma que cuando mueras, tú sonrías y todos alrededor lloren”.
No existe un manual de instrucciones que nos explique cómo poder vivir la vida de la mejor forma posible. No hay instrucciones exactas para cada uno, porque lo que le funciona a uno suele no funcionar a otro. Y además, cometemos errores que en ocasiones nos marcan de manera profunda.
Sin embargo, hay dos puntos importantes a resaltar de esta frase, que debemos considerar si queremos ser célebres:
1. Debemos tratar de vivir la vida intensamente, porque Dios nos la regaló. Por esta misma razón también es importante hacer cosas que nos causen felicidad. Tratar de cumplir nuestros sueños y metas, siempre y cuando vayan acorde a lo que Dios quiere para nuestras vidas. Debemos practicar más la paz y menos la guerra.
2. Solo sirviendo, amando, ofreciendo lo mejor de nosotros a los demás, es como se logran vínculos con las personas que nos rodean. Tenemos que trabajar pensando no solo en nosotros mismos y en nuestro bienestar; sino también en los demás y en su futuro. Un futuro que nos corresponde. y también corresponde a las personas que están a nuestro alrededor. Sembrando semillas que más adelante otros puedan recoger y cosechar. Dejando huellas de excelencia y amor en cada cosa que realicemos.
Porque si tú logras sonreír cuando llegue el momento de tu muerte, quiere decir que lograste cumplir gran parte de lo que te propusiste. Significa que no tienes resentimientos en tu interior hacia nadie, y que te encuentras satisfecho contigo mismo. Que no tienes ningún cargo de conciencia por lo que debió ser y no fue. Quiere decir que no dejaste cuentas pendientes de arreglar.
Y si los demás, aquellos que te rodean, lloran por tu partida, implica que significaste algo o mucho en sus vidas. Que lograste esculpir una huella en sus corazones. Que la parte que les brindaste de ti fue la mejor. Significa que no viviste tu vida egoístamente, sino que también te dedicaste a compartir y a pensar en el bienestar de aquellos que te rodeaban. Ellos formaron parte de tu vida, y tú formaste parte de la vida de ellos. Y cuando alguien así se va, deja un vacío en el corazón irreemplazable.
Personalmente, yo quiero vivir de forma que cuando llegue mi momento de irme hacia la eternidad, pueda sonreír sabiendo que hice y di lo mejor de mí. Que viví una vida agradable a los ojos de Dios y también de las personas. Y que cuando esté allí abajo, en mi ataúd, los demás puedan dar testimonio de que fui una persona creyente de verdad y un ser humano que valió la pena conocer.
Y tú… ¿estás trabajando para que una frase como esa se pueda hacer realidad en tu vida? Si lo estás haciendo, ¡vas muy bien! Y si no, todavía estás a tiempo.

¡Que tengas un día estupendo!

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