martes, 9 de junio de 2015

Oportunidad y Valentía

Está escrito que “la oportunidad siempre ha estado a la espera de personas valientes”. La oportunidad es el momento ideal o propicio para algo, y cuando las hay, los que son valientes se lanzan en busca de ellas porque les permitirán alcanzar las cosas que desean.
La valentía no es la ausencia del miedo, más bien es ir por encima de ese temor, superarlo y no dejar que te obstaculice en lo que te has propuesto lograr.
Cuando tienes oportunidad de algo, y con todo tu corazón, crees que es el momento perfecto para hacerlo, lánzate, “porque el que no arriesga, no gana”.
Dios nos brinda oportunidades maravillosas de hacer muchas cosas. Amar, sentir, reír, trabajar, soñar, construir. Y no solo de hacer cosas, sino también de corregir errores que hayamos cometido, porque nadie es lo suficientemente perfecto como para no cometer errores nunca.
Por esta razón Dios nos ofrece cada día una nueva oportunidad para hacer algo. Pero también está en cada uno de nosotros saber aprovecharlas y poder apreciarlas como oportunidades. Hay quien ve caer la lluvia y se lamenta, y hay quien ve caer la lluvia y piensa en que es buen día para vender paraguas.
El modo en que vemos las cosas y las percibimos, muchas veces nos trae la derrota o la victoria. Pero puede que hoy sea un bellísimo día para que aproveches la oportunidad que está tocando a tu puerta. Y si es así, tienes que ser valiente y apresurarte a tomarla antes de que otro la tome y tú la pierdas.
 

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