sábado, 2 de mayo de 2015

Me cuesta leer la Biblia

Es el Best Seller de los Best Seller. La fuente de sabiduría. Nuestro manual de instrucciones.
La forma más directa que Dios tiene de hablarnos.
Lejos de tratar de definirla, a veces no nos detenernos a prestarle la atención que merece.
Cuando se trata del verbo "leer" hay un cierto rechazo hacia la Biblia. Con el mayor respeto que merece, la mayoría de la gente cree que es un libro aburrido, lleno de historias poco probables y en un contexto fuera del siglo que vivimos.
Entonces… quizá aún no descubrieron quién está detrás de esas grandes historias de amor.
Puede que nos cueste leerla todos los días. Nos falta disciplina para hacerlo así. Pero como el dicho afirma, “todo depende del cristal con que se mire", todo es una cuestión de enfoque.
Para poder tratar la Biblia como lo que realmente es, necesitamos sacarle esa capa de religiosidad que la llena de polvo, buscar una manera distinta de verla. Por ejemplo:
  • No comenzar a leerla con la disposición incorrecta. Puede que haya muchas cosas que no entendamos, pero no por eso dejaremos de ver que Dios usa su lectura para hablarnos.
  • Darnos la oportunidad de descubrir historias con las que nos sintamos identificados. 
  • Tomarnos el tiempo para dedicarle atención. No debemos hacer otras cosas a la vez.
  • Buscar la manera de poder entender lo que Dios nos quiere decir a través de ella. Actualmente tenemos como mínimo 20 versiones de la biblia. No hay excusas.
  • Como todo en la vida, no podemos empezar las cosas de golpe. Si nos cuesta leer, no pretendamos acabarla en una semana. Démonos tiempo para ir poco a poco, con un versículo al día se empieza bien, pero hay que hacerlo.
  • Si hay algo que nos llama la atención, indaguemos en ello. Recursos hay de sobra.
Esto no es de eruditos, ni de tratar de entender a Dios porque sería una pérdida de tiempo (sus pensamientos son más altos que los nuestros. Isaías 55:9). Se trata de querer conocer a Dios a través de su carta de amor hacia nosotros. Todo lo que está escrito en la Biblia fue para nosotros; Dios inspiró a hombres imperfectos a que escribieran parte de su historia y algunos relatos, para que aprendamos lo que sí y lo que no debemos hacer.
En la Biblia encontrarás más que palabras, anímate a descubrirla y mirarla con otros ojos. Puede cambiarte la vida.

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