martes, 5 de mayo de 2015

La vida que elegí


¨Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal.¨ Deuteronomio 30:15 (Reina-Valera 1960)
Desde el momento en que tomé la decisión de seguir a Jesús supe que todo en mi vida sería diferente. No sabía a qué cosas me iba a enfrentar pero decidí asumir el riesgo; estaba cansada del mundo y de sus mentiras, quería algo diferente para mí, y fue cuando en realidad encontré una vida maravillosa, me encontré con Dios, mi verdadera vida.
Quería tener experiencias diferentes, llorar y saber lo que se siente al ser sinceramente consolada, reír y saber quién era la verdadera causa de esa sonrisa, soñar y confiar en que mis planes se cumplirían y mejor aún de lo que yo imaginé, tener miedo pero no sentirme sola, encontrar esa paz que ni el mundo ni las personas más cercanas me dan. Elegí una vida que va en contra de toda lógica, una vida sobrenatural, diferente, una vida basada en el amor y en la fe.
Mi vida, que lejos de agradar al mundo lo que quiere es agradar a Dios, hacer las cosas no porque la gente lo diga sino porque Dios lo diga, aprender a tomar mis decisiones y no que las personas resuelvan por mi; tener mis propios sueños y anhelos para depositarlos en quien verdaderamente los hará realidad, en mi Dios, quien no se burlará de ellos, y mucho menos hará nada en contra de mi felicidad.
La vida que elegí está llena de altos y bajos, de tormentas y desiertos, pero también muestra los mejores amaneceres, la mejor lluvia de bendiciones; a pesar de todo lo malo es una vida segura, una vida prometedora de la eternidad junto a quien es fiel y nunca falla, junto a quien promete y cumple, ese es mi Jesús.

¨Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.¨ Juan 14:6 (Reina-Valera 1960).
Cómo no decidirse por alguien que lo ha dado todo por ti, que cada día te sustenta, que te levanta, te anima, te ama y hace lo que sea para que nada te falte. Cómo no encontrar el verdadero sentido a tu vida, cómo no sentirse pleno, amado, protegido, guiado. Preferí una vida diferente, y no imitar a los demás, no hacer las cosas monótonas que algunas veces no tienen sentido, preferí marcar la diferencia, ser usado por un Dios sobrenatural para impactar la vida de los demás por medio de su palabra, hacer cosas por y para Él, mi motor, el sentido de todo, mi razón de ser.
¨Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.¨ Filipenses 1:21 Reina-Valera 1960).
Yo no cambié cuando hice a Dios parte de mi vida, sino cuando dejé que Él fuera mi vida, todo por lo que yo existo, respiro y hago. Más allá de desanimarme por las pruebas que me encuentro en el camino, me llena de fortaleza, ya que si Dios es feliz conmigo yo soy feliz, pues Él es mi felicidad.
Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Juan 11:25 (Reina-Valera 1960).

Quiero que elijas el camino de la verdadera vida, que de una vez por todas te decidas por Jesús, y que lo hagas tu vida entera y no parte de ella.

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