lunes, 6 de abril de 2015

La decisión definitiva

… Nosotros serviremos al Señor. —Josué 24:21 ntv. Lectura: Josué 24:15-24 
Viniendo de alguien que solía valorar los valores ancestrales, la declaración de mi padre de 90 años, cerca del final de su vida fue notable: "Cuando muera, dijo trabajosamente, que nadie haga otra cosa aparte de lo que hará la iglesia. Nada sacrificios ancestrales ni de rituales. Así como mi vida está en manos de Jesucristo, ¡mi muerte también lo estará!
Mi padre decidió caminar con Cristo cuando ya era anciano, tras haber invitado a Jesús a ser el Salvador de su vida. Sus contemporáneos se burlaban de él: ¡Un viejo como tú no tendría por qué ir a la iglesia!. Pero la decisión de mi padre de seguir y adorar al Dios verdadero era definitiva, igual que la del pueblo al que le habló Josué.
"Escoged hoy a quién sirváis", los desafió su líder; pero yo y mi casa serviremos al Señor (24:15). La respuesta de ellos fue firme: decidieron adorar a Dios. Después de que Josué les advirtió respecto a las consecuencias (versos 19-20), mantuvieron su decisión de seguir al Señor, recordando su salvación, provisión y protección (versos 16-17, 21).
No obstante, una decisión tan firme requiere acciones que la confirmen, como les recordó de modo irrebatible Josué: "Quitad, pues, ahora los dioses ajenos, e inclinad vuestro corazón al Señor (verso 23). ¿Has tomado la decisión de vivir para Dios?

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