martes, 7 de abril de 2015

Íntimos

Conocemos a Dios como el Creador del Universo, el Hacedor de milagros, el Todopoderoso, el Proveedor, el Eterno, el Omnipresente y los demás nombres que están escritos en la Biblia y por los cuales se revela a nosotros.
Entre todos estos nombres hay uno en particular que refleja mucha cercanía, confianza e intimidad hacia Él. Es Abba Padre, que traducido es Papito. La costumbre judía mostraba la relación íntima y cariñosa que un hijo tiene con su padre. Jesús se dirigía a Dios de esta forma, y también, como hijos suyos, nos invita a acercarnos de la misma manera.
En Romanos 8:16-17 nos dice: Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
Estos versículos reflejan una hermosa verdad para nosotros, porque nos dan la oportunidad de tener una relación estrecha con nuestro Creador, una intimidad especial y única, en la que podemos mostrarnos tal cual somos, sin necesidad de protocolos. Contarle todo lo que nos pasó y nos pasa sin temor a ser juzgados, y expresarle lo que sentimos por Él con palabras de amor y ternura.
Es un privilegio que podamos disfrutarlo cada día, cuando en oración nos acercamos a Él.
¿Cómo es la relación que tienes con Dios, tu Padre Celestial? ¿Es formal, distante o has entendido la maravillosa posibilidad que posees, con libertad, de decirle palabras cariñosas, de expresarle tus más profundos secretos?
En cada situación en que nos encontremos, recordemos siempre esta gran verdad “Él es nuestro Padre, nosotros somos sus hijos.”

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