Sabemos que todos los cambios que hacemos en nuestra vida conllevan un proceso.
Actualmente, con la tecnología “instantánea”, todo lo queremos... ¡ya! Cuando una página de Internet tarda en cargar, nos desesperamos y pensamos que algo funciona mal. Y así con todo. Antes se esperaba días, y a veces hasta meses, para poder leer una carta que se esperaba recibir. Ahora, con un simple clic estamos en otras ciudades, en otros países.
Pero cuando hablamos de cambios personales, hemos que tener en cuenta que no se encuentran al alcance de un clic, que quizá tengamos que ser más pacientes con nosotros mismos.
Sea cual sea el cambio que quieres hacer hoy, el primer paso es poder reconocerlo y trabajar por ello.
Lo segundo sería poner en práctica ese cambio.
Hay unos versículos bíblicos que hablan de algo así:
“No se mientan unos a otros, porque ustedes ya se han quitado la vieja naturaleza pecaminosa y todos sus actos perversos. Vístanse con la nueva naturaleza y se renovarán a medida que aprendan a conocer a su Creador y se parezcan más a él.” (Colosenses 3: 9-10)
A medida que conozcas más a tu Creador y pases más tiempo con Él, seguro que se te irá pegando su hermosa manera de ser.
¡Tómate el tiempo que necesitas, y sigue siempre firme hacia tu meta! Tu vida sigue siendo una “obra en construcción”.
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