martes, 31 de marzo de 2015

¡Huye de la Fornicación!

“Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca”. 1- Corintios 6:18
La fornicación es un tema importante para hablar con la juventud. La fornicación es todo tipo de relaciones sexuales ilícitas.
La palabra fornicación, que viene del idioma griego, abarca cualquier tipo de pecado sexual en sus diferentes formas (homosexualismo, lesbianismo, sadomasoquismo, prostitución, unión libre, adulterio, etc.). Incluye la idolatría también. Dios reprendió a su pueblo en el Antiguo Testamento, por fornicarios y adúlteros al irse en pos de otros dioses. Debemos entender que este pecado esclaviza a la persona que lo practica.
Estudios científicos han llegado a la conclusión que las relaciones sexuales ilícitas son ADICTIVAS; es decir, este tipo de prácticas generan ciertas sustancias en el cuerpo humano que producen mucho placer. Los estudios revelan que estas prácticas pueden llegar a ser incluso más adictivas que las mismas drogas. 
La fornicación es un pecado que esclaviza. Ha hecho caer a muchos jóvenes que un día tuvieron el anhelo de caminar con Cristo. Además, el pecado de fornicación denigra y corrompe el alma del ser humano. Lo lleva a hacer cosas que nunca se imaginaba que haría, corrompiendo su propio cuerpo. El varón puede comenzar a fornicar, sin importarle si lo contagian con alguna enfermedad venérea o destrozando la vida de muchas jovencitas. 
Es importante que aprendas a cuidar tu cuerpo. Toma la decisión de cuidar tu cuerpo, templo del Espíritu Santo, y darte a respetar en tu escuela, en tu casa, con tus amigas y familiares. Tu cuerpo es prestado por Dios; por lo tanto, cada uno daremos cuentas de todo lo que Él nos da.
“No piensan en convertirse a su Dios porque espíritu de fornicación está en medio ellos, y no conocen a Jehová.” Óseas 5:4
LOS TIEMPOS DE LOT
Por otra parte, Jesús advirtió a las personas que en su próxima venida, la sociedad estaría viviendo días como los de Lot, un personaje que existió hace muchísimos años. Este hombre vivía en una ciudad llamada Sodoma, la cual estaba sufriendo una decadencia moral muy grande; esencialmente tenía un gran pecado: la fornicación.
La enseñanza de Jesús es clara: antes de que Él regrese a la Tierra, la sociedad estaría envuelta en una práctica intensa de todo tipo de pecado sexual. Echemos un vistazo a nuestro mundo de hoy. Vivimos en un tiempo en el que la ola de inmoralidad y perversión sexual es dominante.
Si viajas en tu coche, podrás observar todo tipo de publicidad indecente en las calles. Mujeres semi-desnudas anunciando un refresco o un perfume. Hombres y mujeres enseñando su cuerpo para vender algún producto de moda. ¡Cuántas personas caen día a día en las garras de esta publicidad perversa! La televisión tiene en su programación contenido sexual. ¡Hasta en un 95%! Muchos de los programas son transmitidos en horarios donde los niños y adolescentes pueden observarlos, y los resultados son mentes contaminadas de esta terrible suciedad. En el cine la situación no cambia.
Casi todas las películas de Hollywood poseen alguna escena con contenido erótico o sexual. ¿Por qué pasa esto? Porque si los filmes no tienen esta característica la gente no va a verlos y los cines no se llenan. ¡La sexualidad vende!
Esta es la sociedad de nuestros días tal y como Cristo la profetizó. También la música de hoy es obscena e indecente. Hace unas décadas los compositores no tenían estas costumbres. Si alguno de ellos incluía en sus canciones letra con contenido sexual, rápidamente era señalado por la sociedad.
Hoy es diferente; géneros musicales como la salsa, el rap, la cumbia, el rock, etc. incorporan en sus letras contenido pornográfico de una manera clara y directa. Es cierto que la pornografía se manifiesta visualmente; sin embargo, a día de hoy existen libros que no tienen imágenes y son pornográficos por su contenido sexual. Vivimos los tiempos de Lot. La inmoralidad sexual ha llegado hasta límites nunca antes vistos. No hay duda que la segunda venida de Cristo se acerca.
Mientras, la espiritualidad del cristiano es atractiva para el impío. ¡Cuídate de aquellas personas que te buscan demasiado! José tuvo la actitud adecuada para las circunstancias. Aquella mujer se le fue encima porque quería tener relaciones sexuales; sin embargo, ÉL HUYÓ Y SALIÓ. ¡Esa es la actitud que debes tener! ¡Huye de este pecado! ¡Huye de la fornicación y sus consecuencias! Sí, consideró que las esposas de los faraones eran muy hermosas físicamente, no obstante, José tuvo temor de Dios y no se quedó ni a predicarle ni a convencerla. La respuesta de él fue simple: escapó del pecado.
Huir de la fornicación es una actitud continua.
No basta que huyas el día de hoy; tienes que tomar esta actitud siempre.
Si tú has caído en este pecado, debes hacer un compromiso delante de Dios de abandonar todo lo que tenga que ver con la fornicación. Debes arrepentirte de corazón y abandonar tu pecado. Humillarte delante de Dios pues de otra forma no podrás ser libre. Si caminas con Dios debes cambiar tu actitud hacia este pecado, tomar la decisión de consagrarte a Dios y honrar con tu cuerpo, y como José, huye de la inmoralidad que envuelve a este mundo, sé valiente, y decide guardarte puro para Dios hasta tu matrimonio. Dios te advierte hoy porque mañana puede ser demasiado tarde.

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