viernes, 6 de febrero de 2015

¿Qué dice la Biblia acerca de la depresión? ¿Cómo puede un cristiano vencer la depresión?


La depresión es un padecimiento que se ha propagado enormemente afectando a millones de personas, tanto a cristianos como a no cristianos. Quienes sufren de depresión pueden experimentar intensos sentimientos de tristeza, ira, desesperanza, fatiga y una variedad de otros síntomas. Pueden empezar a sentirse inútiles y hasta pensar en el suicidio, perdiendo interés en cosas y personas con las que antes disfrutaban. Con frecuencia, la depresión es motivada por circunstancias de la vida como la pérdida del trabajo, la muerte de un ser querido, el divorcio o problemas psicológicos como el abuso o la baja autoestima.

Contra ella, la Biblia nos dice que estemos llenos de gozo y alabanza (Filipenses 4:4; Romanos 15:11), Dios propone que vivamos vidas con gozo. Esto no es fácil para alguien que atraviesa por una situación depresiva, pero ésta puede mejorar a través de los dones de Dios, con la oración, estudios bíblicos y su aplicación, grupos de soporte, grupos en casas, compañerismo con otros creyentes, con confesión, perdón y consejería. Debemos hacer un esfuerzo en no estar absortos en nosotros mismos, sino más bien dirigir nuestros esfuerzos al exterior. Los sentimientos de depresión con frecuencia suelen resolverse, cuando el que sufre aparta la atención de sí mismo y la pone en Cristo y los demás.

Pero si la depresión es clínica, es una condición física que debe ser diagnosticada por un médico especialista. No es causada por circunstancias desafortunadas de la vida, ni los síntomas pueden ser aliviados por voluntad propia. Contrariamente a lo que algunos creen en la comunidad cristiana, la depresión clínica no siempre es causada por el pecado. En ocasiones, la depresión puede ser un desorden que necesita ser tratado con medicamentos y/o consejería. Desde luego, Dios es capaz de curar cualquier enfermedad o desorden; sin embargo, en algunos casos, el consultar a un doctor por una depresión, no es diferente a acudir a un médico por una herida.

Hay algunas cosas que pueden hacer quienes sufren de depresión, para aliviar su ansiedad. Deben asegurarse de estar firmes en la Palabra aunque no sientan deseos de hacerlo. Las emociones pueden confundirnos, pero la Palabra de Dios permanece firme e inmutable. Debemos mantener firme también nuestra fe en Dios, y acercarnos aún más a Él cuando pasemos por tribulaciones y tentaciones. La Biblia nos dice que Dios nunca permitirá en nuestras vidas, aquellas tentaciones que estén más allá de nuestra capacidad para manejarlas (1 Corintios 10:13). Aunque el estar deprimido no es pecado, el cristiano sí es responsable de la manera como responda a la aflicción, incluyendo el obtener la ayuda profesional que necesite. “Así que, ofrezcamos siempre a Dios por medio de Él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesen su nombre” (Hebreos 13:15).



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