domingo, 18 de enero de 2015

¿Hasta cuándo?

Es casi normal oír: “¿Hasta cuándo esta situación? ¿Hasta cuándo esta tristeza? ¿Hasta cuándo este dolor? ¿Hasta cuándo voy a seguir así? ¿Por qué a mí? ¿Cuándo seré feliz?”
Muchas personas viven en una situación de problema tras problema; problemas en el hogar, problemas en el trabajo, problemas con las finanzas... y los problemas nunca acaban. La pregunta más procedente no es ¿cómo resuelvo el problema?, sino ¿cómo me enfrento al problema? Al fin y al cabo los problemas son parte de la vida misma y como decía Albert Einstein “Los problemas los creamos con un nivel de pensamiento y para resolverlos necesitamos tener un nuevo nivel de pensamiento.”
Si tienes problemas alégrate primero de estar vivo, porque el que no tiene problemas está muerto. Hasta las personas que consideras que tienen éxito o que les está yendo bien en la vida se enfrentan a problemas. La clave es cómo manejo el problema, cómo lo afronto. Deja ya de quejarte y preocuparte por los problemas, y aprende a confiar en Dios primeramente.
EDWIN-COLE-Exito-CristianoJesús dice: “Ustedes viven siempre angustiados; siempre preocupados. Vengan a mí, y yo los haré descansar.” Mateo 11:28 (BLS)
“Así que pongan sus preocupaciones en las manos de Dios, pues él tiene cuidado de ustedes.” 1 Pedro 5:7 (BLS)
Entendemos de esto, que el primer paso para enfrentarse a los problemas es aprender a descansar en Dios. Y luego necesitamos paz mental para afrontarlos. Si nuestros pensamientos están desordenados y confundidos no podremos avanzar, seremos presa del miedo. Pero cuando nuestros pensamientos están ordenados, cuando en nuestro corazón hay paz, calma y confianza, podemos afrontar cualquier problema del tamaño que sea. Por ejemplo, vemos en la historia de David y Goliat, que este último era un enemigo del pueblo de Israel, y durante 40 días representó un gran problema, hasta que apareció un jovencito lleno de paz, que no vio el tamaño del problema sino el tamaño de su Dios y se enfrentó al gigante, llegando a derrotarlo y a cortarle la cabeza. ¿Cuál es tu Goliat?  Tú tienes un Goliat al que puedes derrotar. No hay problema que no puedas afrontar y ganar.
Interesante es que el segundo paso para enfrentarse a los problemas depende de lo que hay en tu cabeza, en tu mente. Lo más probable es que tu mente esté divagando entre lo que es y lo que no es, entre el sí y el no, entre lo que soy hoy y lo que me gustaría ser mañana. Tengo muchos dilemas: soy casado, y quiero divorciarme y volverme a casar, o soy pobre y quiero tener mucho dinero, y así hay otros ejemplos que nos generan un estado emocional de duda, de dolor y tristeza, de queja y ansiedad en nuestra vida. Para solventarlos necesitas cambiar tu manera de pensar y someter tus pensamientos a lo que la Biblia dice, quien tú eres. Cuando sabes quien eres puedes hacer lo que tú quieres que pase en tu vida.
Hay personas que han sufrido grandes desgracias y han salido victoriosos. Tú decides si de los problemas vas a hacer un drama o buscas la oportunidad para crecer y aprender. A cada cosa que nos pase debemos preguntarnos ¿Qué puedo aprender de ello? El tiempo nos irá mostrando la luz ya que las cosas pasan por alguna razón en nuestra vida. ¿Para qué permite esto Dios?
“Sabemos que Dios va preparando todo para el bien de los que lo aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo con su plan.” Romanos 8:28 (BLS)
Aunque a ninguno de nosotros nos gusten los problemas, son parte de la vida, forman nuestro carácter y nos llevan a forjar nuestro destino de acuerdo a Su plan. Hoy es el mejor día para ir tras una vida extraordinaria, la vida que Dios diseñó para ti.

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