domingo, 21 de diciembre de 2014

Aunque No lo Puedas Ver

Hay una ventana en tu corazón a través de la cual puedes ver a Dios.
Hubo un tempo en que esa ventana era transparente. Tu visión de Dios era clara. Podías ver a Dios tan nítidamente como podías ver un hermoso valle o una colina.
Entonces, de pronto, la ventana se quebró. Una piedra rompió la ventana. Una piedra de dolor. Ya no fue tan fácil ver a Dios. La vista que había sido tan clara, había cambiado. El pecado había roto el cristal.
- Estás confundido. Dios no permitiría que algo así ocurriera.
- ¡Mira!, aunque no lo puedas ver, confía en Él … está más cerca de lo que jamás soñaste. Aunque no lo veas, Él está tan cerca de ti que ni te lo imaginas. Deja de mirar la ventana rota y comienza a ver quién está más cerca de esa ventana. Te sorprenderás.

El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. Salmo 91.1–2.
Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás; Contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, Y me salvará tu diestra. Salmo 138.7
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. Juan 14.27.

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