domingo, 2 de noviembre de 2014

Dime qué hacer

Se dice que las tres mayores decisiones que uno toma en la vida son: aceptar a Cristo como Salvador, decidir qué estudiar y con quién casarse. Estas elecciones se toman sin la intervención de nadie, pues son opciones personales que uno debe escoger sin la imposición de nadie.
Dios nos da el libre albedrío no solo para esas decisiones, sino para todas las que tenemos que tomar a lo largo de nuestra vida.
Nuestro Padre siempre ha respetado cada decisión que hemos tomado y cada camino que escogimos. Pero a veces, nosotros queremos una respuesta audible de alguien que nos diga exactamente qué hacer, para que podamos excusarnos en eso si algo sale mal y no hacernos responsables de las consecuencias.
Si bien Dios no tiene la intención de decidir por ti o imponerte su voluntad, sí te ofrece sabiduría y te da su Palabra, y además, siempre hay personas que pueden darte algunos consejos o sugerencias para ayudarte; pero al final en tus manos está la decisión.
“El que es sabio tiene gran poder, y el que es entendido aumenta su fuerza.
La guerra se hace con buena estrategia; la victoria se alcanza con muchos consejeros.” Proverbios 24:5-6
Dejemos de buscar que otros tomen las decisiones por nosotros por temor a equivocarnos. Dios te dio la libertad de escoger, y tienes la suficiente capacidad para saber qué hacer. Pídele sabiduría y entendimiento para abrir bien los ojos.
“Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie.” Santiago 1:5
Si quieres sabiduría, solamente tienes que pedírsela a Dios, la decisión es tuya. Si te manejas de acuerdo a Su voluntad, verás que encontrarás la salida a tu indecisión y la seguridad de que tendrás la victoria.

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