viernes, 14 de noviembre de 2014

Carta a un amigo

Joven: Te escribo a ti, porque eres fuerte, mi palabra permanece en ti y has vencido al maligno. Hijo mío, no ames al mundo, ni las cosas que están en él. Si lo amas, el amor de mi Padre no esta en ti. Porque todo lo que hay en él no proviene de mi Padre, y tampoco los malos deseos, pero el que hace la voluntad de mi Padre permanece para siempre. Joven, tú tienes mi unción y conoces mi verdad.
No me niegues, no lo hagas, porque si me niegas aquí en la tierra yo te negare en el cielo y no tendrás parte conmigo. Así que, confiésame y dile a otros lo mucho que te amo. Hijo mío, tú sabes que lo que has oído desde el principio de mí aún permanece en ti, por eso mi niño, yo te daré la vida eterna.
Te escribo sobre esto para que nadie te engañe. Recuerda que mi unción esta contigo, yo te he llenado de mi presencia y no te dejaré. Permanece en mí porque yo soy justo. Clama a mí y yo te responderé.
Hijo mío, que nadie te infravalore por tu juventud. Por ella sé ejemplo a otros, déjate usar por mí y verás mi gloria. Yo te amo y tú lo sabes, fue tan grande mi amor por ti que di mi vida en aquella cruz y si tuviera que hacerlo nuevamente, lo haría.
No descuides el don que hay en ti. Recuerda mi llamado, ese llamado que te hice, al igual que los dones que te he dado, es irrevocable, así que haz lo que te he enviado a hacer. Eres una flor de mi jardín.
Recuerda que nadie te amará como yo. Espera en mí porque no tardo. Te amo y te amaré siempre. 
Tu amigo fiel, JESÚS.

No hay comentarios:

Publicar un comentario