jueves, 16 de octubre de 2014

Confía en Mí

Una vez se estaba incendiando un edificio de 9 pisos en el centro de una ciudad muy importante. Las personas del edificio al enterarse de que estaba en llamas, rápidamente salieron de sus apartamentos, a excepción de un niño de 8 años de edad que dormía en el octavo piso, pues su papá había salido a comprar y su mamá estaba de viaje.
El fuego crecía cada vez más e iba subiendo piso a piso. Los bomberos intentaban apagarlo, pero sus esfuerzos eran imposibles. El edificio estaba totalmente en llamas y los bomberos pidieron refuerzos a otras unidades de la ciudad.
El drama aumentó cuando los bomberos se dieron cuenta que había un niño en el octavo piso, y el fuego crecía, iba ya por el quinto piso. De repente, apareció el padre del niño, preocupado. Viendo este cuadro, los bomberos hicieron un último intento, pero las escaleras no podían llegar hasta las paredes del edificio por haber fuego en todas ellas, cuando entonces, se escucharon los llantos del niño gritando ¡Papi!, ¡tengo miedo!
El padre lo escuchó y llorando, le dijo:
 – ¡Hijo! No tengas miedo yo estoy aquí abajo, no tengas miedo. Pero el niño no lograba verlo:
– Papi, no te veo, solo veo humo y fuego.
Pero el padre sabía que estaba ahí en la ventana porque el fuego lo iluminaba.
– Pero yo sí te veo, hijo. ¿Sabes qué debes hacer? Tírate, que aquí te agarramos todos los que estamos abajo, ¡tírate!
El hijo le dice: 
– Pero yo no te veo.
El Padre contesta: 
– Sabes cómo lo debes hacer, ¡cierra los ojos y lánzate! 
El niño dice: – ¡Papi, no te veo pero allá voy!
Y cuando el niño se lanzó abajo, lo rescataron. Entonces, el padre lo abrazó y lloró con el hijo, juntos y muy contentos.
El hijo comprendió que hay veces que al padre no se le ve, pero sus palabras son suficientes para confiar en él.
Así es nuestra vida, a veces hay muchos incendios, sentimos problemas parecidos a este niño y nuestro padre DIOS nos dice: ¡TÍRATE! CONFÍA EN MÍ, y nosotros tenemos que lanzarnos aunque no veamos ni sintamos nada. Con FE vamos a salir adelante, ¡porque solo su palabra nos basta!
Mateo 28:20… He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Hebreos. 13:5 … Yo nunca te abandonaré ni te desampararé.
Salmos 94:22 … Mas el Señor me ha sido por refugio, Y mi Dios por roca de mi confianza.
Proverbios 14:26 … En el temor de Dios está la fuerte confianza; Y esperanza tendrán sus hijos.

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