martes, 2 de septiembre de 2014

El honesto Abe

Abraham Lincoln, famoso Presidente de los Estados Unidos, mucho antes de llegar a ese cargo ya tenía renombre dentro de su comunidad por su honestidad.
De joven trabajaba en una tienda de almacén y ventas, y se cuenta que una noche después de cerrar, mientras revisaba sus ventas, se percató de que había dado el cambio incorrecto a una señora, que vivía a unos cinco kilómetros. Sin importar la hora ni que el camino era de tierra, fue hasta su casa a devolverle los aproximadamente seis centavos que le debía. Tal vez la señora nunca se hubiera percatado de esos centavos, pero él fue a devolvérselos. Y  hay otras historias más que acreditan cómo Lincoln se ganó el título de “Honesto”.
Su integridad fue reconocida por todos los habitantes de su comunidad. Cuando llegó a ser presidente luchó por abolir la esclavitud a lo largo de su país y finalmente, fue asesinado por un hombre que no estaba de acuerdo con su política y la libertad de los esclavos.
Linconl no esperó a ser Presidente para tomar decisiones importantes, desde su juventud su carácter lo hizo destacarse.
Dios está buscando personas comprometidas, con carácter, que sin importar si son seis centavos o miles de dólares, sean capaces de hacer lo correcto y devolvérselos a su dueño, que sin importar si la gente esté o no de acuerdo, hagan lo correcto y defiendan sus ideales, sus creencias, aún a costa de su propia vida.
Solo te serán encomendadas grandes cosas cuando en lo pequeño seas fiel, cuando en los detalles de tu vida cotidiana demuestres que tienes un corazón recto, cuando no necesites estar rodeado de mucha gente para hacer lo correcto.
“Al Señor le agrada más cuando hacemos lo que es correcto y justo, que cuando le ofrecemos sacrificios”. Proverbios 21:3
Dios puede darte la fuerza que necesitas para hacer lo que es correcto. Pídele que guíe tus pasos, que te dé la capacidad para elegir bien y la fortaleza para permanecer firme.

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