sábado, 20 de septiembre de 2014

¿Cómo puede un cristiano vencer la depresión? ¿Qué dice la Biblia?

La depresión es un padecimiento que se ha propagado considerablemente, y que afecta a millones de personas, tanto a cristianos como a no cristianos. Quienes padecen depresión suelen experimentar intensos sentimientos de tristeza, ira, desesperanza, fatiga u otros síntomas más. Algunos se sienten inútiles, hasta el punto de pensar en el suicidio. Se pierde interés en las cosas y personas con las que antes se disfrutaba. Con frecuencia, la depresión es provocada por las circunstancias de la vida, tales como la pérdida del trabajo, la muerte de un ser querido, el divorcio o problemas psicológicos como el abuso o la baja autoestima.

La Biblia nos dice que estemos llenos de gozo y alabanza (Filipenses 4:4Romanos 15:11), así que, Dios propone que vivamos vidas gozosas. Esto no es fácil para alguien que atraviesa por una situación depresiva, pero ésta puede mejorar a través de la oración, de estudios bíblicos y su aplicación, con grupos de ayuda, grupos en casas, compañerismo con otros creyentes, confesión, perdón y consejería. Debemos hacer el esfuerzo de no estar absortos en nosotros mismos, sino más bien dirigir nuestros esfuerzos a los demás. Con frecuencia, los sentimientos de depresión pueden resolverse, cuando el que sufre quita la atención de sí mismo y la pone en Cristo y los demás.


La depresión clínica es una condición física que debe ser diagnosticada por un médico especialista. No siempre es causada por circunstancias desafortunadas de la vida, ni los síntomas pueden ser aliviados por voluntad propia. Contrariamente a lo que algunos creen, en la comunidad cristiana la depresión clínica no siempre es causada por el pecado. En ocasiones, la depresión puede ser un desorden que necesita ser tratado con medicamentos y especialistas. Desde luego, Dios es capaz de curar cualquier enfermedad o desorden; sin embargo, consultar a un doctor por una fuerte depresión, no es diferente a acudir a un médico por una herida.


Hay algunas cosas que pueden hacer quienes sufren de depresión para aliviar su ansiedad. Deben asegurarse de estar firmes en la Palabra aunque no sientan deseos de hacerlo. Las emociones pueden confundirnos, pero la Palabra de Dios permanece firme e inmutable. Debemos también, mantener firme nuestra fe en Dios y acercarnos aún más a Él cuando pasemos por tribulaciones y tentaciones. La Biblia nos dice que Dios nunca permitirá en nuestras vidas, aquellas tentaciones que estén más allá de nuestra capacidad para manejarlas (1 Corintios 10:13). Aunque el estar deprimido no es pecado, el cristiano sí es responsable de la forma
 en que responda a la aflicción, incluyendo, si es preciso, el obtener la ayuda profesional que necesite. “Así que, ofrezcamos siempre a Dios por medio de Él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesen su nombre” (Hebreos 13:15).


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