Mucha gente dice que quiere matarse pero luego no quiere morir. La frase es igual que la vida: confusa y complicada. La vida nos golpea a veces en el rostro, y muchos sobreviven mientras otros caen. Pero ante ella, siempre debemos mantener una actitud positiva. La vida a veces, no es justa, pero pensemos que después de todo, Dios solo nos concede aquello que podemos manejar.
Aprendamos de nuestros errores, tomemos riesgos, remontémonos a las estrellas y soñemos, soñemos sobre ellas. Porque la vida es la única que tenemos, amémonos a nosotros mismos, amemos lo que nos rodea y causemos la diferencia en la vida de otros. Este sentimiento es a menudo, inexplicable.
Aprendamos a dar y recibir amor. Amemos a nuestros amigos, esos ángeles enviados por Dios, amemos a nuestra familia y no dejemos de decirles lo importantes que son para nosotros porque nunca sabremos si habrá un mañana. Mejor asegurarnos que lamentarnos.
Aprendamos a dar y recibir amor. Amemos a nuestros amigos, esos ángeles enviados por Dios, amemos a nuestra familia y no dejemos de decirles lo importantes que son para nosotros porque nunca sabremos si habrá un mañana. Mejor asegurarnos que lamentarnos.
Aprendamos a darnos tiempo a nosotros mismos. Aprendamos que la vida es una travesía y que necesitamos disfrutar cada momento de ella. No podemos navegar por la vida con temor. Necesitamos levantarnos y seguir andando.
Si bien no podemos volver atrás en el tiempo, sí podemos hacerlo con nuestros recuerdos. No nos apesadumbremos porque se acabe aquella historia, alegrémonos de que ocurrió. Pero tenemos que seguir adelante, no debemos aferrarnos a los recuerdos.
A veces nos preguntamos por qué. ¿Por qué la gente es como es? ¿Por qué se comporta así? Cuando todo marcha bien nadie se acuerda de Dios. Pareciera que cuando están en crisis es cuando únicamente recurren a Él. ¿Por qué?
También sucede a veces, que dando amor a la gente, ellos lo toman y lo desestiman. Damos amistad y luego no están allí cuando les necesitamos. ¿Por qué? Es normal, es parte de la vida. En la travesía de la vida hallaremos esta injusticia pero no nos preocupemos, mientras hagamos nuestra parte estaremos bien. Y si nos dan en la mejilla una vez, ofrezcámosles la otra.
Es doloroso ser abofeteado y comprender, pero debemos hacerlo y aprender a perdonar.También sucede a veces, que dando amor a la gente, ellos lo toman y lo desestiman. Damos amistad y luego no están allí cuando les necesitamos. ¿Por qué? Es normal, es parte de la vida. En la travesía de la vida hallaremos esta injusticia pero no nos preocupemos, mientras hagamos nuestra parte estaremos bien. Y si nos dan en la mejilla una vez, ofrezcámosles la otra.
De cualquier forma, estemos al tanto de los obstáculos que quieren detenernos en la travesía. No nos rindamos, sigamos dándole a la pelota; tarde o temprano entrará en el agujero, porque el agujero está allí.
Una vez más, vivamos cada segundo como si fuera el último. Recordemos que, al igual que un reloj, no podemos volver atrás en el tiempo. Pensémoslo dos veces antes de actuar, pero hagámoslo tres veces antes de hablar.
Las palabras hieren más que las acciones. ¡Amemos, vivamos y disfrutemos de la vida!
La vida es corta y necesitamos disfrutarla al máximo, pero recordemos que eso solo se logra plenamente, con Dios en nuestro corazón.
Ven pues, ahora, y toma mi consejo, para que conserves tu vida, y la de tu hijo Salomón. 1 Reyes 1:12
Vida y misericordia me concediste, Y tu cuidado guardó mi espíritu. Job 10:12
La vida te será más clara que el mediodía; Aunque oscureciere, será como la mañana. Job 11:17
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