domingo, 10 de agosto de 2014

La otra cara del “selfie”

Es preocupante el afán de muchas jóvenes en llamar la atención de hombres con palabras envueltas en “cristianismo”, a pesar de la timidez demostrada en sus fotos, y en sus mismas palabras.
NO está mal que quieran mostrarse bellas, llamativas o como le quieran llamar, lo que realmente preocupa es que estamos y seguimos en un patrón anormal de comportamiento, en el que hay una necesidad de afecto y de llamar la atención realmente impresionantes. Y si bien es cierto que todas hemos pasado por lo mismo, también es cierto que no toda la gente tiene que saber o ver, que mostrando partes de nuestro cuerpo como las piernas, nuestro torso, los senos, entre otras, vamos a conseguir algo, porque de hecho lo que se logra es el efecto contrario.
El efecto que pone a la gente a pensar: bueno... ¿ella no era tímida, penosa, discreta e introvertida?, ¿y las fotos y comentarios no muestran algo completamente diferente?
Aquí el asunto no es que seamos juzgadas, lo principal, lo primero es que empecemos por aceptarnos y mostrarnos tal como somos para así conseguir lo que anhelamos.
Todas tenemos derecho a conseguir una pareja real y ser felices, pero la provocación pasiva, es muy fea y más si viene de mujeres que, de una u otra forma, son una influencia para otros.
El tema es que nuestra imagen coincida con quien decimos ser, y que no utilicemos fotos para publicar mensajes “de Dios” con imágenes que muestran nuestro cuerpo en formas seductoras o atrayentes. Esto no coincide de ninguna manera posible, con lo que Dios diría.
Pensemos mejor, nosotros también podemos cambiar las tendencias.

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