domingo, 10 de agosto de 2014

¿Dónde estás?

“Pero Jehová Dios llamó al hombre, y le preguntó: -¿Dónde estás?
Él respondió: Oí tu voz en el huerto y tuve miedo, porque estaba desnudo; por eso me escondí.” Génesis 3:9-10
Todos conocemos la historia, Adán y Eva habían quebrantado la advertencia de Dios de no acercarse ni comer del árbol prohibido. El pesar de la desobediencia les había robado la alegría de salir libremente a encontrarse con Dios. Ahora era Dios quien debía salir a buscarles porque ellos estaban escondidos.
¿Por qué estaban escondidos Adán y Eva? Porque se sentían culpables, ya no se sentían dignos, se dieron cuenta que hicieron lo incorrecto a los ojos de Dios.
where i am
Frecuentemente invitamos a alguna persona a asistir a la iglesia o hacer la oración de fe (confesar a Cristo como su Salvador)  y nos sorprende la enfática respuesta: “No”.  Algunos dicen “ya estoy asistiendo a una iglesia, pero todavía no quiero aceptar a Cristo, o dicen “un día de estos aceptaré a Cristo; pero aún no es el momento, estoy esperando que Él me llame”. Tal vez si les pidiéramos que donaran un riñón o que nos acompañaran a un viaje a la luna aceptarían más rápido; pero ninguno acepta voluntariamente tener un encuentro con Dios.
¿Y qué pasa con las personas que rechazan acercarse a Dios? Les pasa lo mismo que Adán y Eva, tienen miedo al llamado de Dios porque se sienten avergonzados. Creen que serán rechazados por lo que son, por lo que han hecho o por el tipo de vida que están llevando. Reconocen que no están llevando una vida recta, incluso muchos están esperando primero ordenar sus vidas, para luego venir a los caminos del Señor.
¡Oh hermanos!, cuán equivocadas son estas justificaciones. Si esta es tu situación actual, piensa que Dios te está buscando. Dios no busca a los rectos ni a los justos, Él busca a los que necesitan ayuda, a los están viviendo desordenadamente su vida. En Mateo 9:12 Jesús le dijo a sus discípulos “…no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.” No esperes arreglar tu vida para venir a Cristo, porque eso no sucederá así. Nosotros solos no tenemos la capacidad de arreglar nuestras vidas, eso sólo lo logramos con la ayuda del Espíritu Santo de Dios.
Dios te está buscando y preguntando ¿dónde estás? Él quiere vestir tu desnudez, quiere corregir tu pasado, quiere darte una nueva vida.
¿Por qué no sales a su encuentro y le dices aquí estoy, Señor, hice lo malo delante de tus ojos y solo Tú puedes ayudarme a corregir mi vida?
Señor, todo este tiempo me he escondido de tu llamada; pero salgo a encontrarme contigo, aquí estoy. Sé que no llevo una vida conforme a tus preceptos y que no puedo arreglarla por mí mismo/a. Confieso a Jesús como mi salvador y redentor. Perdona mis pecados y dame una vida nueva en el nombre de Cristo Jesús. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario