domingo, 10 de agosto de 2014

Señor, ¡cuánto amo yo tu palabra!

¡Cuánto amo yo tus enseñanzas! ¡Todo el día medito en ellas! Salmo 119:97 (RVC)
Un recurso bíblico en Internet, el sitio Bible Gateway, observó los hábitos de búsqueda de sus más de 8 millones de visitantes mensuales y descubrió que Juan 3:16 fue el versículo más buscado durante 2010.
Señor, cuánto amo yo tu palabra!
No sorprende a nadie que sea el número uno de la lista. Nos dice que Dios nos amó tanto que mandó a su Hijo para rescatarnos de nuestro pecado y darnos vida eterna. El versículo que ocupa el décimo lugar en la lista, son las palabras de Jesús cuando les encarga a sus seguidores que difundieran esta buena noticia: Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones… (Mateo 28:19). También, entre los diez mejores están Jeremías 29:11 y Romanos 8:28, que hablan de los planes y los propósitos bondadosos de Dios para su pueblo.
Las Escrituras están llenas de verdades para investigar y compartir. En el Salmo 119, el capítulo más largo de la Biblia, el salmista comunicó sus pensamientos sobre la Palabra y su deseo de escudriñarla y de que el Señor le enseñara. Dijo: ¡Oh, cuánto amo yo tu ley! (verso 97). Algunas de las razones por las que el salmista la amaba: Le daba sabiduría y entendimiento, resguardaba sus pies del mal y era dulce. Por eso meditaba en ella todo el día.
Sigamos dedicando tiempo a leer la Biblia. Cuanto más investiguemos la Palabra, más aumentará nuestro amor a ella y a sus autores.

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