sábado, 26 de julio de 2014

Se lucha por lo que se quiere

Un día oí esta frase y desde entonces no he dejado de tenerla presente, es una de esas frases que a veces, las demás personas te dicen sin imaginar el verdadero significado que puede tener, porque hay momentos en los que es necesario recordar que hay que luchar por las cosas que queremos. Todos tenemos, por lo menos, un deseo o un sueño que anida en nuestro corazón, pero olvidamos que los sueños y los deseos tienen una segunda parte: se suelen cumplir.

A veces deseamos mucho algo, y en lugar de usar nuestras fuerzas para luchar por cumplirlo, las malgastamos perdiendo el tiempo llorando, enojados, desesperados por no tenerlo, o decimos y hacemos cosas sin sentido; no nos damos cuenta que eso solo aplaza el tiempo de espera más de lo que debería ser. Nos entristecemos por no recibir lo que queremos, pero no hemos hecho ni el más mínimo esfuerzo por conseguirlo. Si todo en esta vida fuera fácil no existiría el esfuerzo, pero tampoco las recompensas.

¿Qué es eso que tanto deseas para ti, que te ha llegado a entristecer? El trabajo, la familia, la pareja, la estabilidad económica o laboral,... cualquier deseo que haya en tu corazón puede realizarse si luchas por él. Quizá ya has pedido mucho a Dios por ello, pero seguro que Él quiere lo mejor para ti, sus planes son que en tu vida no te haga falta nada, pero tu parte está en mantenerte en la lucha de merecer las bendiciones de Dios.

La clave para lograr un objetivo es orar y luchar; por ejemplo, imagina que vas en una barca, en tus manos tienes 2 remos, uno es la oración y el otro tu esfuerzo, los dos son necesarios, no podrías llegar a ningún lado usando solo uno, no puedes luchar sin orar para tener la ayuda de Dios, y tampoco puedes solo orar y no poner nada de tu parte, los dos son los instrumentos que te llevan directo al triunfo.
No creas que Dios se olvida con el tiempo, de lo que le has pedido, cada una de tus palabras han sido escuchadas por Él, ¡ojo! las apariencias engañan. Tal vez el panorama no es nada alentador, pero piensa que es solo un espejismo que intenta llamar tu atención para que desistas de la lucha por tu objetivo. ¡Anímate!, ¡no te rindas!, la manera de actuar de Dios es tan fuera de serie que, a pesar de que por momentos parece todo muy difícil y casi imposible, siempre tiene la manera de acabar con toda dificultad y darte la victoria si permaneces en la batalla.
No se trata de preguntarte “cuánto Dios está dispuesto a darte” porque Él bendice y en gran manera, se trata de “luchar por merecer lo que tiene para ti”, ¡esfuérzate! No dejes que pase más tiempo en lamentaciones y tristezas, lucha por tus sueños y que nada ni nadie te los robe. Dios los puede hacer realidad, pero tienes que hacer lo que te corresponde. Tú vas a luchar y seguro que Dios va a actuar.

Yo te pido que seas fuerte y valiente, que no te desanimes ni tengas miedo, porque yo soy tu Dios, y te ayudaré por dondequiera que vayas. 

Josué 1:9 (traducción en Lenguaje Actual)

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