"Mantén un registro de las cosas por las que estás agradecido", sugerencia que he leído muchas veces. Y, junto con ella, "procura hacer cada mañana una lista de los regalos de Dios para ti". "Al final del día, escribe en tu calendario una cosa por la que puedes alabar al Señor".
Ya no llevo un registro en mi calendario, induzco a otros a hacerlo, pero casi no pasa un día en el que no piense en una buena razón para estar agradecido. Llevar un registro de las cosas que agradecemos es una forma de vivir en el Espíritu. Sí, a través de nuestra escritura.
Siéntate en el portal de casa al atardecer y mira la obra de Dios. Mientras miras a tu alrededor al mundo y su belleza, no puedes dejar de darte cuenta de la mano de Dios en tu propia vida.
La felicidad es como una mariposa, que cuando se quiere atrapar siempre se encuentra un poco más lejos de nuestro alcance, pero si permaneces quieto, tal vez se pose en ti.
Salmo 148:1,7
¡Alabado sea el Señor! Alaben al Señor desde los cielos, alábenlo desde las alturas… Alaben al Señor desde la tierra.
La felicidad es como una mariposa, que cuando se quiere atrapar siempre se encuentra un poco más lejos de nuestro alcance, pero si permaneces quieto, tal vez se pose en ti.
Salmo 148:1,7
¡Alabado sea el Señor! Alaben al Señor desde los cielos, alábenlo desde las alturas… Alaben al Señor desde la tierra.
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