jueves, 26 de junio de 2014

¿Qué Pasará En Mi Futuro? - Crecimiento personal-espiritual

A todos nos debería interesar el futuro porque allí tendremos que estar el resto de nuestra vida”. 


Esta mañana del 22, día de culto, una hermana de nuestra congregación tenía un pequeño problema, y éste me hizo pensar en este mensaje que publico de nuevo. 
Hay una realidad manifiesta en que como seres humanos, queremos sentirnos plenos en la vida y acabarla bien. Frecuentemente pregunto a las personas ¿cómo quieren terminar su vida?, y hasta ahora nadie dijo que quiere terminar mal, todos quieren acabar bien. Sin embargo, vemos que las personas no saben cómo hacerlo porque desconocen todo el potencial que hay dentro de ellos, y por ello viven frustrados pensando en lo que pudo haber sido o lo que podrían haber hecho.
¿Eres tú de esas personas que piensa que a Dios no le importan tus sueños? ¿Será que a Dios no le importa tu futuro? Pues seguro que le importas mucho a Dios y que tus sueños sí le interesan. Puedes argumentar que, si le interesaras no estarías viviendo lo que estás viviendo. ¡Excusas!, la realidad es que siempre vamos a buscar justificaciones para no creer que somos nosotros los responsables, que son nuestras decisiones las que nos llevaron a donde estamos, que nos llenamos de temor para no conocer Su voluntad, ya que Dios pudiera pedirnos algo que no nos guste. Tememos pagar el precio porque nos encanta la comodidad de la vida.
Sin embargo, tu futuro será de acuerdo a lo que sientas hoy en tu corazón y hacerlo te llene de gozo, siempre que no sea contrario a la Palabra de Dios. Los planes de Dios son de bienestar y no de calamidad... ¿Qué es lo que verdaderamente te llena de gozo? Lo que te produce gozo es lo que le da sentido y propósito a tu vida. ¿Lo que estás haciendo hoy te produce gozo o depresión? Si lo que estás haciendo en tu vida te está produciendo ira, enojo, depresión, ansiedad, preocupación, es tiempo de que hagas un alto y busques la ayuda necesaria para volver a la senda del gozo y paz.
Para terminar bien en la vida necesitamos la actitud de Pablo: “He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, me he mantenido en la fe.”2 Timoteo 4:7 (NVI)
Las palabras de Pablo nos enseñan tres cosas que podemos aprender:
1.    Pelear la buena batalla. En la vida constantemente estás (y estamos) librando batallas y debes recordar que estás en el equipo ganador. Tú tienes asegurada la victoria, pero tienes que apropiarte de cada una de las promesas de Dios. Jacob luchó por una bendición y Dios lo bendijo. ¿Estás peleando la buena batalla? Ahora bien, ir a una batalla requiere que conozcas y uses las armas que tienes. Cuando conoces tus armas y las usas bien, acabas con los gigantes. ¿Cómo estás librando las batallas de la vida?
2.    He terminado la carrera. La vida es una carrera y debemos correrla bien si queremos ganar el premio. Lo importante no es correr la carrera, es poder terminarla. No pretendas vivir la vida tomando atajos, o adormilado como la liebre, en la carrera de la liebre y la tortuga. Para terminar la carrera necesitas mantener la disciplina, la paciencia, la determinación, el gozo. No puedes acabar bien la carrera si no te ejercitas para la misma. ¿Estás preparándote para el futuro? ¿Cómo te ejercitas para llegar a donde quieres llegar?
3.    He mantenido la fe. Todos hemos leído acerca de la fe y hemos escuchado historias de fe, pero personalizando, ¿tengo fe de que "eso" va a suceder en mi vida?, ¿cuánto tiempo debo esperar? En este punto, primero debes pensar que si tienes fe debes demostrarla con tus acciones, establecer un plan de acción y ejecutarlo para llegar a tu destino, y lo segundo, y muy importante, es que la fe requiere esperar hasta que Dios nos permita avanzar en su tiempo. La clave en todo esto es la obediencia. Abraham esperó 25 años para ver su destino cumplido, Moisés esperó 40 años, David 14. ¿Cuántos años tienes que esperar? No lo sé, lo que si sé es que debes tomar acción, debes caminar hacia tu destino y Dios te irá mostrando lo que necesitas aprender. Sobre todo, Él quiere transformar tu ser, así como lo hizo con cada uno de los héroes de la fe. ¿Estás manteniendo la fe en ti o en Dios?
Nada sucederá hasta que no demos el primer paso. Nuestro sentido del destino está en el hacer, y la oportunidad de hacer radica en la oportunidad que tenemos hoy de comenzar de nuevo. Abraham accionó y Dios lo bendijo con un futuro grandioso, padre de naciones, de allí vino la simiente de David. Podemos ver que Abraham salió de su zona cómoda a una zona de expansión y alcanzó un futuro mejor. ¿Estás viviendo en una zona cómoda o estás atravesando un desierto en tu vida? ¿Quieres un futuro mejor?
Tú puedes hacer de tu futuro el mejor descubriendo y manifestando lo que Dios puso en tu corazón. Hoy es tu día.

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