sábado, 7 de junio de 2014

Como mi hermano


A lo largo del camino conocemos y compartimos con personas que, de una u otra forma, marcan nuestra vida, algunas más que otras; muchos dejan huellas, tanto si son buenas como no tanto. Lo importante es reconocer que, siempre y a mayores de ellas, debemos poner cada evento y desarrollo a lo largo de ese camino en las manos de Jesús, confiar en que Él será esa luz que siempre nos muestre la dirección. Y así mismo, nosotros debemos ser esa persona que deja huella en la vida de alguien más. Así que, procuremos que esa huella siempre, siempre sea una huella positiva.


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