martes, 13 de mayo de 2014

Pedro no se ahogó

pedro no se ahogo
La mayoría conocemos la historia de Jesús caminando sobre las aguas, y Pedro hundiéndose por haber dudado, pero vamos a ver un momento importante de aquel acontecimiento.
Recordemos un poco, los discípulos vieron a Jesús andando sobre las aguas y creyeron que era un fantasma. Pedro, en medio de su duda, le dijo a Jesús que ordenara que pudiera caminar hacia Él, y Jesús lo hizo. Luego, la parte que más conocemos, Pedro dudó y comenzó a hundirse, gritando, pidiendo ayuda para que Jesús le salvara porque se hundía, pero aquí viene el momento importante: “Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: !Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?  Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento. Mateo 14:31,32

En ese preciso momento, en el que después de tanta duda y poca fe Pedro se hundía, podemos ver que él siente hundirse, y puede que por su mente pasaba lo peor, pero Jesús estaba ahí, extendió su mano y le sacó del agua, le llevó a la barca y calmó el viento; tan solo en un instante cambio el panorama, los momentos de angustia de Pedro los transformó en calma y seguridad.

A veces, nosotros nos encontramos como Pedro, sabemos de Dios, y las cosas que puede hacer, pero nuestras situaciones, problemas o necesidades nos hacen dudar y sentir que nos hundimos. En ocasiones, las cosas que pasamos son tan fuertes, que llegamos a sentir que nos estamos hundiendo, que no podemos controlar la situación, que el mar de problemas va a ahogarnos, pero olvidamos que Dios está ahí a nuestro lado, listo para socorrernos.
Dios espera que recapacitemos y que no olvidemos nunca que, Él está siempre ahí para que reaccionemos con fe a todas las dificultades por fuertes que sean.

Tal vez en la historia de Pedro, sólo recordamos o pensamos en cómo se hundía por dudar, pero es importante y bueno recordar lo que también sucedió aquel día. Dios le demostró que no le había dejado solo y le sacó del peligro de ahogarse, le extendió su mano y le aseguró en la barca. Quizás otra persona hubiera dejado hundirse a Pedro por dudar, al ofenderle por tener tan bajo nivel de fe, pero el corazón de Dios está lleno de misericordia y amor.
Pedro sitió temor, angustia y desesperación al verse ahí en medio del mar, sintiendo como se hundía por su falta de fe, algo muy parecido a cuando nos encontramos en problemas, pero Jesús estaba ahí, con todo bajo control, esperando sólo que creyera, tal como lo hace siempre con nosotros. Sólo recuerda que Pedro, por más que sintió hundirse, y a pesar de sus dudas, no se ahogó.

Dios no nos pone pruebas que no podamos soportar, sólo hace con cada una de ellas, que crezca nuestra fe, nuestra relación con Él. Si tú sientes que te hundes en el mar de tus problemas, recuerda sólo que tienes que creer, que Dios está a tu lado y no va a dejar que te hundas. Aunque tu fe está siendo desafiada y los tiempos a veces son duros, Él está ahí, observándote y listo para socorrerte y llevarte a la barca mientras calma el viento que te azota. Solamente ten fe.


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