Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. Salmo 23:1-2.
Podrás ubicarte en el que mejor exprese tu alma, al verlos.
Salmo 23 del primer tipo de persona:
Yo soy mi pastor. Siempre padezco necesidad. Voy de comercio en comercio y de psicólogo en psicólogo en busca de alivio sin encontrarlo. Me arrastro por el valle de sombra de muerte y me desmorono. Le temo a todo, desde los pesticidas hasta las líneas eléctricas, y comienzo a actuar como mi madre. Voy a la reunión semanal del personal y estoy rodeado de mis enemigos. Voy a casa y hasta mi pez de colores me desprecia. Unjo mi cabeza con gel y espuma extra fuerte. Mi Bacardí está rebosando. Ciertamente, la miseria y la desdicha me seguirán, y viviré dudando de mí por el resto de mi solitaria vida.
Salmo 23 del segundo tipo de persona:
El Señor es mi pastor, nada me faltará.En lugares de verdes pastos me hace descansar; junto a aguas de reposo me conduce.
Él restaura mi alma; me guía por senderos de justicia por amor de su nombre.
Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento.
Tú preparas mesa delante de mí, en presencia de mis enemigos; has ungido mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré por largos días.
Si estás en el primer grupo, quedas invitado para que hoy mismo pases al segundo. El buen Pastor te espera.
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