jueves, 3 de abril de 2014

¿Cuál es el argumento teológico para la existencia de Dios?

Estos dos últimos días, hemos visto en qué consistían los argumentos "ontológico y cosmológico" para la existencia de Dios. Hoy veremos el "argumento teológico". 
Aparte de estos argumentos, nos quedan las múltiples evidencias históricas seculares, contadas por sus apóstoles y discípulos, así como las históricas y filosóficas, relatadas por profesionales.

La palabra teología viene de la palabra griega "telos", que significa “propósito” u “objetivo.” La idea es que se necesita un “proponente” para tener un propósito, y así, cuando vemos las cosas obviamente destinadas, creadas con un propósito definido, podemos asumir que esas cosas fueron creadas por una razón. 
En otras palabras, un diseño implica un diseñador. Instintivamente, siempre hacemos esta conexión, todo el tiempo. Por ejemplo, la diferencia entre el Gran Cañón y el Monte Rushmore (monumental conjunto escultórico, tallado en una montaña de granito situada en Dakota del Sur en EE. UU.) es obvia, – uno está diseñado, el otro no. El Gran Cañón fue formado por un proceso natural, no racional, mientras que el Monte Rushmore fue claramente creado por una persona inteligente, – un diseñador. 
Si caminamos por una playa y encontramos un reloj de pulsera, no nos fijaremos en la posibilidad de que el tiempo y las circunstancias al azar, trajeran el reloj junto con la arena movida por el viento. ¿Por qué? Porque tiene las marcas obvias de un diseñador, – tiene un propósito, transmite información, es particularmente complejo etc. En ningún campo científico el diseño es considerado como espontáneo; siempre implica un diseñador, y cuanto más grandioso sea un diseño, más grandioso será su diseñador. Por tanto, tomando las suposiciones de la ciencia, el universo requeriría un diseñador supremo, un diseñador sobrenatural.

El argumento teológico aplica este principio a todo el universo. Si el diseño implica un diseñador, y el universo muestra signos del diseñador, entonces el universo fue diseñado. Es claro que cada forma de vida, en la historia de la Tierra, es altamente compleja. Un sola hilera de ADN equivale en información, a un volumen de la Enciclopedia Universal. El cerebro humano tiene aproximadamente 10 billones de gigabytes de capacidad neuronal. Y además de las cosas vivas aquí en la Tierra, el universo entero parece diseñado para vida. Literalmente, cientos de condiciones son requeridas para la vida en la Tierra; todo, desde la densidad de la masa del universo hasta la actividad sísmica, debe ser minuciosamente coordinado para que pueda sobrevivir la vida. Y la posibilidad de que todas estas cosas ocurran al azar, está, literalmente, más allá de la imaginación. 
Con esta perspectiva, es difícil creer que simplemente somos un accidente. De hecho, la reciente conversión al teísmo del gran ateo/filósofo Antony Flew, se basó en gran medida, en este argumento. 

Además de demostrar la existencia de Dios, el argumento teleológico expone las deficiencias en la teoría de la evolución. El movimiento del Diseño Inteligente (teológico) en referencia a la ciencia, muestra que la casualidad no puede, ni siquiera comenzar, explicar la complejidad de la vida. De hecho, una sola bacteria unicelular es tan compleja, que sin todas sus partes trabajando juntas y al unísono, no tendrían el potencial científico para sobrevivir. Esto significa que esas partes no pudieron haberse desarrollado al azar. Darwin reconoció que, algún día esto podría ser un problema, sólo observando el ojo humano. ¡Poco sabía él que aún las criaturas unicelulares tienen tanta o bastante más complejidad, como para explicarse sin un creador!



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