jueves, 13 de marzo de 2014

Ayuno Cristiano - ¿Qué dice la Biblia?

La Escritura no ordena que los cristianos ayunen. No es algo que Dios requiera o demande de los cristianos. Pero al mismo tiempo, la Biblia presenta el ayuno como algo bueno, beneficioso y esperado. El libro de Hechos registra el ayuno de creyentes antes de tomar decisiones importantes (Hechos 13:4; 14:23). 
El ayuno frecuentemente va ligado a la oración (Lucas 2:37; 5:33). Casi siempre creemos que el objetivo del mismo es la falta de alimento. En cambio, el propósito del ayuno debe ser apartar tus ojos de las cosas de este mundo y concentrarte en Dios, relacionarte con Él. Es una manera de demostrar a Dios, y a ti mismo, que tomas en serio tu relación con Él. Te ayuda a obtener una nueva perspectiva y una renovada confianza en Dios.

Aunque para la Escritura el ayuno sea literalmente la abstención de alimentos, existen otras maneras de ayunar. Cualquier cosa que se pueda dejar, aunque sea temporalmente, a fin de concentrarte más y mejor en Dios, puede ser considerada como un ayuno (1 Corintios 7:1-5). D
ebe estar limitado a un tiempo determinado, especialmente cuando es de comida, porque los largos períodos de tiempo sin comer son dañinos para el cuerpo. 

La intención al ayunar no es castigar al cuerpo sino enfocarse en Dios. Tampoco debe ser considerado como un “método de dieta”. No ayunes para perder peso, sino para que tengas una relación más profunda con Dios. 
Sí, todos pueden ayunar. No obstante, algunos pueden no estar en condiciones para el ayuno alimenticio (por ejemplo los diabéticos), pero todos pueden abstenerse temporalmente de algo para concentrarse en Dios.

Al apartar nuestros ojos de las cosas de este mundo, podremos enfocarnos más en Cristo. Con el ayuno no se debe pretender lograr que Dios haga todo lo que deseemos; nos cambia a nosotros, no a Dios, nos cambia en la forma de enfocarnos en el objetivo. Y tampoco pretende tener como propósito parecer más espirituales que otros. Se hace para habituarse a tener un espíritu de humildad, para tener una actitud gozosa con Dios. Mateo 6:16-18 declara, “Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.”

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