lunes, 6 de enero de 2014

¿Qué significa la Epifanía para los cristianos o adoración de los Reyes magos?

Es una tradición muy arraigada celebrar el 6 de enero a los "Reyes Magos", recordando aquel episodio del Evangelio en el que unos Magos de Oriente llegaron a adorar y dar regalos a Jesús "Rey de los Judíos", según la manifestación de una gran estrella (Mt 2, 1-12). Esta fiesta es una tradición cargada de significado. En realidad celebramos la Manifestación del Señor a todo el mundo, es decir la Epifanía. Dios se les revela, no sólo a los pastores, no sólo a los judíos, también a aquellos hombres de ciencia, ricos y poderosos que se ponen en camino desde tierras lejanas, en busca de la estrella que interpretan como una manifestación de la presencia de Dios; significa que el Hijo de Dios debe ser reconocido por todos los hombres, de todos los lugares, de todos los tiempos.

Los Magos de Oriente se postran ante Jesús Niño y le adoran, y con sus regalos hablan de lo que ellos encuentran en Él: El oro se le ofrece sólo a los reyes, por lo que reconocen en Jesús al Rey; el incienso se le ofrece sólo a Dios, por lo que revelan que Jesús es Dios; y la mirra es un perfume que reconoce en Jesús Rey, Hijo de Dios, también a un Hombre.
Es una bella historia que merece nuestra reflexión. Además de que es una oportunidad para continuar meditando en el gran Misterio de la Encarnación, y para compartir en familia las bendiciones y gracias que este milagro nos trajo.

Significado

Hoy la Iglesia celebra la Epifanía para recordar la Manifestación del Señor a todos los hombres con el relato de los Magos de Oriente, que nos narra el Evangelio (Mt 2, 1-12). Aquellos hombres que le buscaban ansiosamente simbolizan la sed que tienen los pueblos que todavía no conocen a Jesús.
La Epifanía, en este sentido, además de ser un recuerdo, es sobre todo un misterio actual, que viene a sacudir la conciencia de los cristianos dormidos.
Para la Iglesia, la Epifanía constituye un reto misional: o trabaja generosa e inteligentemente para manifestar a Cristo al mundo, o traiciona su misión. La tarea esencial e ineludible de la Iglesia es trabajar para llevar a Cristo a todos aquellos que no le conocen. 

La llegada de los magos, que no pertenecen al pueblo elegido, nos revela la vocación universal de la fe. Todos los pueblos son llamados a reconocer al Señor para vivir conforme a su mensaje y alcanzar la salvación.
La descripción que hace el Evangelio de la llegada de los magos a Jerusalén y luego a Belén, la reacción de Herodes, y la actuación de los doctores de la ley, encierran una carga impresionante de enseñanza.

  • Unos hombres extranjeros que siguen el camino indicado por la estrella, para adorar al recién nacido Rey de los judíos.

  • Los conocedores de las Escrituras en Jerusalén, que quedan indiferentes ante aquella luz del cielo anunciadora del acontecimiento esperado durante siglos.

  • La envidia del rey Herodes ante el temor de que surja un rey "mayor" que él.

Ante este relato tan cargado de significado, nos queda reflexionar seriamente:

  • ¿Somos como aquella Jerusalén, "conocedora de las Escrituras", pero incapaz de reconocer y menos de seguir el camino de la Luz de Cristo?, ¿o somos como los magos de oriente, en busca siempre de la verdad y dispuestos a ponerse en camino hacia Jesús, Rey y Señor de la historia?

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