Viento contrario, tempestad, sinónimos de tiempos de pruebas. Las pruebas que padecemos son un instrumento en las manos de Dios con el cual forma nuestro carácter y personalidad, con el fin de poder participar de los privilegios que Él estableció para nosotros. Pero qué tremendo es cuando esas pruebas parecen el fin de todo; sin embargo, de acuerdo a las bendiciones y propósitos de Dios, así serán los períodos de pruebas para nuestras vidas.
El Apóstol Pablo antes de comparecer ante el Cesar, tuvo que atravesar el mar con otros presos más y un numero de soldados que les estaban cuidando; en toda esta trayectoria de la navegación, se levantó una tempestad que parecía no tener fin.
Hechos 27:20. Y no apareciendo ni sol ni estrellas por muchos días, y acosados por una tempestad no pequeña ya habíamos perdido toda esperanza de salvarnos.
Quizás como este sea tu caso, amado hermana(o); ni sol ni estrellas en muchos días. Y una tempestad para terminar de completar la travesía; habían perdido la esperanza de salvarse, como quizás en tu vida, en tu hogar, matrimonio, en el área que sea, que la tempestad se ha levantado de manera que parece que es el fin de todo; ni una lucecita aparece ni de día y mucho menos de noche, los problemas en vez de opacarse cada vez aumentan más, y la esperanza va decayendo. Pero en aquella barca iba un siervo de Dios llamado Pablo, y fue a través de él como Dios se manifestó, trayendo consuelo a la vida de cada uno de ellos.
No ver el sol en uno o dos días quizás no sea mucho, pero no ver ni una luz de respuesta por muchos días es tremendo. Muchos de los que estaban a bordo habían perdido la esperanza de salvarse, pero Pablo nunca la perdió, ya que Dios es quien controla la tempestad, y lo que un día comienza un día va a terminar; por eso hermano(a) en la fe, por más contrario que sea el viento, por más difíciles que se pongan las cosas, por más oscura que sea la noche y que no haya luz en el día, Dios ha dicho de ti, y por lo que estás pasando: "No temas, es necesario que llegues a tu objetivo".
Son muchas las veces que Dios nos hace atravesar por tempestades que parecen no tener fin, y en muchas ocasiones si las pequeñas luces de esperanza alumbraran, nos impedirían ver la Luz Verdadera que es Cristo Jesús, Luz que nunca deja de alumbrar. Lo glorioso de esto es que esa Luz no alumbra de fuera hacia adentro, sino de adentro hacia fuera; es entonces cuando entendemos que Dios está en control y que la tempestad, por más cruda que sea, no va hacer más de lo que Dios le ha dicho que haga.
Amado hermano(a), si estás viviendo esta situación en tu vida, y si estabas a punto de perder tu esperanza en Dios, levanta tu mirada al cielo porque la tempestad tiene fin, y el propósito es que llegues al objetivo que Dios te trazó; si en este momento anhelas recibir el oportuno socorro, la fuerza que viene de lo alto, haz esta oración:
Padre Nuestro que estás en los cielos, en este momento declaro que Tú estás en control de toda tempestad en mi vida, proclamo tu Señorío y creo en mi corazón que lo que comenzó un día pronto terminará. En el Nombre Poderoso de Jesús recibo fuerzas de lo alto para continuar adelante, Amén.
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