sábado, 7 de diciembre de 2013

¿Cuál es la blasfemia contra el Espíritu Santo? - Preguntas bíblicas

Respuesta: El caso de la “blasfemia contra el Espíritu Santo” es mencionado en el Nuevo Testamento en Marcos 3:22-30 y en Mateo 12:22-32. El término blasfemia” puede ser definido como una “irreverencia desafiante.” Nosotros, como cristianos, aplicaríamos el término a pecados tales como maldecir a Dios, o degradar deliberadamente las cosas concernientes a Dios. También lo es atribuir algún mal a Dios, o negar algún bien que deberíamos atribuirle a Él. Sin embargo, el caso de blasfemia del que hablamos, es uno específico llamado “la blasfemia contra el Espíritu Santo”, mencionado en Mateo 12:31. En Mateo 12:31-32: los fariseos, a pesar de haber presenciado irrefutables pruebas de que Jesús realizaba milagros con el poder del Espíritu Santo, clamaban que el Señor estaba poseído por el demonio “Beelzebú” (Mateo 12:24). Ahora, notemos que en Marcos 3:29-30, Jesús es muy específico acerca de lo que ellos cometieron exactamente: “la blasfemia contra el Espíritu Santo.”
La blasfemia tiene que ver con alguien acusando a Jesucristo de estar poseído por demonios, en lugar de estar lleno del Espíritu. Hay otras maneras de blasfemar contra el Espíritu Santo, pero esta fue “La blasfemia imperdonable". Como físicamente no tenemos a Jesús en la actualidad, la blasfemia contra el Espíritu Santo no puede ser duplicada hoy en día. Jesucristo no está en la tierra ahora, sino sentado a la diestra de Dios. Además, nadie puede ver a Jesucristo realizando milagros y luego atribuirle ese poder a Satanás en lugar de al Espíritu Santo. 

Aunque no existe la blasfemia del Espíritu actualmente, siempre debemos tener presente que hay un estado de vida imperdonable – el estado de incredulidad continua. No hay perdón para la persona que muere inconversa. El continuo rechazo a la persuasión del Espíritu Santo para confiar en Jesucristo, es la blasfemia imperdonable. Recuerde que está escrito en Juan 3:16, “Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” La única condición por la que alguien no tiene perdón, es si ese alguien no está entre “todo aquel que en Él cree.”

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