domingo, 22 de diciembre de 2013

¿Una vez salvo, siempre salvo? - Pregunta bíblica

¿Una vez que una persona es salva, es siempre salva? Cuando alguien llega a conocer a Cristo como su Salvador, es introducido en una relación con Dios que garantiza una salvación eternamente segura. Numerosos pasajes de la Escritura declaran este hecho.

(a) Romanos 8:30 declara, “Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó”. Este versículo nos dice que desde el momento en que Dios nos escogió, es como si fuéramos glorificados porque Dios ya lo tiene así propuesto en el cielo. No hay nada que impida al creyente ser glorificado un día, porque Dios ya lo ha propuesto en el cielo. Una vez que una persona es justificada su salvación está garantizada, está tan seguro como si ya estuviera glorificado en el cielo.


(b) En Romanos 8:33-34, Pablo hace dos preguntas cruciales, “¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros”. ¿Quién va a presentar cargos contra los elegidos de Dios? Nadie, porque Cristo es nuestro abogado. ¿Quién va a condenarnos? Nadie, porque Cristo, Aquel que murió por nosotros, es el que condena. Tenemos como nuestro Salvador al abogado y al juez.


(c) Los creyentes son nacidos de nuevo (regenerados) cuando creen (Juan 3:3; Tito 3:5). Realmente, un cristiano tendría que ser un empedernido para que pierda su salvación. Y la Biblia no da evidencia alguna 
de que el nuevo nacimiento pueda ser quitado.


(d) El Espíritu Santo mora en todos los creyentes (Juan 14:17; Romanos 8:9) y bautiza a los creyentes en el cuerpo de Cristo (1ª Corintios 12:13). Para que un creyente se vuelva no salvo, el Espíritu Santo “no debería
 estar morando” en él, y tendría que estar desligado del Cuerpo de Cristo.

(e) Además, Juan 3:15 declara que todo el que cree en Jesucristo “tiene vida eterna”. Si usted cree en Cristo hoy y tiene vida eterna, pero la pierde mañana (no por perder o no su fe), entonces ésta nunca fue “eterna”. Por lo tanto, si pierde su salvación, las promesas de vida eterna de la Biblia serían un error.

(f) Puede que el argumento más decisivo que se encuentra en la Escritura sea “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 8:38-39). Recuerde que el mismo Dios que le salvó es el mismo Dios que le va a guardar. Una vez que somos salvos, somos siempre salvos. ¡En definitiva, nuestra salvación es eternamente segura (¡ojo!, POR PARTE DE DIOS
).


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