domingo, 22 de diciembre de 2013

La Biblia y la Visión - 4 Cosas Esenciales en nuestra vida diaria - Devocional

“DONDE NO HAY VISIÓN, EL PUEBLO SE DESENFRENA…” (Proverbios 29:18 -­ La Biblia de las Américas)
Todos terminamos en algún lugar. Unos llegan al destino deseado; son los que tenían visión. La visión clara, con el coraje necesario, aumenta con mucha fuerza las probabilidades de terminar tu vida mirando hacia atrás con satisfacción, y pensando: tuve éxito, terminé bien. Mi vida ha tenido importancia y he marcado la diferencia. 
Pero sin una visión clara, lo más probable es que llegarás al final preguntándote si tu vida realmente ha valido la pena. Lo que da significado a los detalles es la visión; sin ella serían insignificantes. Aceptémoslo; mucho de lo que hacemos cada día no parece ser significativamente importante al analizarlo fuera de contexto. Pero cuando tomamos las pequeñas cosas de cualquier día, las metemos en “la olla” de la visión que Dios nos ha dado y las “removemos”, de repente vemos que hay un propósito para ellas. ¡Tienen valor! ¡Hay “adrenalina”!
vision biblia Dios
Es como la diferencia entre llenar sacos con arena y construir un dique para que no se inunde la ciudad. No hay nada glamoroso en el hecho de llenar sacos de arena, pero salvar la ciudad es algo totalmente distinto. Construir un dique le da significado a la aburrida tarea de llenar sacos con arena. Pues lo mismo ocurre cuando tenemos visión. Muchas veces, las rutinas de la vida comienzan a parecer como "excavar tierra". Pero cuando miramos esas mismas rutinas a través de “la lente” del propósito del Señor, de pronto todo parece diferente. La visión pone nuestro mundo en perspectiva, pone orden en el caos, y nos permite ver todo de una manera distinta. Así que, ¿tienes una visión clara acerca de tu vida?

“DONDE NO HAY VISIÓN, EL PUEBLO SE DESENFRENA…” (Proverbios 29:18 ­ LBLA)

La visión combina 4 cosas esenciales en nuestra vida diaria:

(1) Pasión.

Una visión clara y centrada te ayuda a experimentar anticipadamente las emociones propias de un futuro esperado. Estas emociones te sirven para reforzar tu compromiso con la visión. ¿Cómo? Mostrándote una vista previa de las cosas venideras.

(2) Motivación.

La visión es la razón por la que terminaste tu educación. Piensa en todas aquellas horas de estudios que parecían malgastadas: en los laboratorios de ciencia, historia, exámenes. Mucho de lo que memorizaste parecía una perdida de tiempo y esfuerzo, pero de todos modos lo hiciste. ¿Por que? Por la visión del futuro y tu motivación: el diploma, y todavía más allá, un sueño realizado.

(3) Dirección.

La visión te sirve como guía. Simplifica el proceso de tomar decisiones. Todo lo que nos acerca más a nuestra visión recibe “luz verde”; lo demás lo tratamos con cautela. La visión nos ayuda a identificar las prioridades y marca lo que verdaderamente es importante, para deshacernos de cualquier cosa que sea un obstáculo. Sin visión, algunas cosas buenas nos impiden alcanzar cosas grandiosas. Cuando no hay una visión clara, es fácil distraerse. Hay una tendencia a ir “flotando” de una cosa a otra. No hay una brújula espiritual, financiera o moral; entonces, tomamos decisiones que nos impiden alcanzar nuestros sueños.

(4) Propósito.

La visión nos da una razón por la que levantarnos cada mañana. Sin su presencia ciertas cosas importantes no ocurrirán. De pronto, ¡tu vida tiene mucha trascendencia! Sin su presencia, lo que podría ser no será. Por lo tanto, ¡necesitas proteger tu visión!
“DONDE NO HAY VISIÓN, EL PUEBLO SE DESENFRENA…” (Proverbios 29:18 ­ LBLA).
En una democracia todas las personas tienen el derecho de soñar sus propios sueños sobre el futuro. Pero en la Cruz, los que hemos dado nuestra vida a Cristo hemos renunciado a ese derecho. Escucha: “¿…que no sois vuestros?, pues habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios…” (1 Corintios 6:19b,20). ¿Glorificar a Dios? ¿Qué significa eso? Quiere decir descubrir su propósito para tu vida y vivir de acuerdo a Él y no a otro.
Con esto en mente, consideremos estas palabras: “…pues somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas” (Efesios 2:10). Tu vida ha sido planeada de antemano. No puedes simplemente tomar todos tus talentos, experiencias, oportunidades y educación e “ir corriendo” en cualquier dirección que te plazca. No, ese derecho lo perdiste en el Calvario. Pero de todas formas, ¿por qué ibas a soñar en hacer algo semejante? ¿Qué te podría dar más satisfacción que cumplir el propósito de Dios para tu vida? ¿Y qué seria más trágico que perder esa oportunidad?

Tal vez, hasta el momento, tu visión ha sido el hacer dinero, pero este tipo de visión te deja al final de tu vida preguntándote qué es lo que podrías haber hecho, lo que deberías haber hecho, durante tu corta estancia en este planeta. Es imposible sacar el preciso significado de los logros seculares para poder satisfacer tu alma. El vacío que tratas de llenar, tiene una dimensión eterna que sólo Cristo puede satisfacer. Por esto es de gran importancia que ores así: “Señor, ayúdame a descubrir y cumplir tu visión para mi vida”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario