viernes, 6 de diciembre de 2013

¿Con qué estoy luchando? - Crecimiento personal-espiritual

“Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.” Albert Einstein
Estamos en la recta final de este año y muchos creen que no alcanzarán sus metas. Es probable que sea así, por las creencias que tienen acerca de sí mismos, o por los malos hábitos que no terminan de abandonar. Otros porque no adoptan ciertas acciones.
Seguro que los lectores de este blog tienen buenas creencias acerca de sí mismos, son buenos en lo que hacen, adoptan acciones,... pero algunos no están satisfechos con sus resultados y quieren más de la vida. Se preguntan ¿dónde está el problema?
El problema está en los hábitos. Somos seres de hábitos, y hay algunos hábitos que no nos ayudan, que por el contrario nos frustran. ¿Cuáles son esos hábitos que debemos evitar en nuestro liderazgo?:
-No tener prioridades claras. Aprender a gestionar nuestra propia vida nos ayudará a organizar mejor nuestro tiempo. Los mejores líderes son los que han aprendido a establecer prioridades. ¿Estás invirtiendo tu tiempo sabiamente?
-Prometer más de lo que se puede cumplir. Muchas veces, como líderes, hacemos promesas con tal de complacer al jefe o al equipo, y después quedamos mal. Subestimamos, malgastamos nuestro tiempo, o presumimos del futuro. ¿Estás cumpliendo tus promesas?
-Expectativas poco realistas. No se pueden obtener buenos resultados en el trabajo o en cualquier actividad, cuando no se tiene bien claro lo que realmente esperamos de las personas que trabajan con nosotros. ¿He clarificado las expectativas que tengo de cada colaborador?
-Ser de doble ánimo. Hay líderes que un día son una maravilla y al siguiente día dejan de serlo, parece que se levantaron por el lado equivocado de la cama. Esa inconsistencia hace que muchos no quieran trabajar con él o ella. ¿Soy de doble ánimo?
-Tener oídos sordos. Aquellos que hablan pero nunca escuchan, ni siquiera a ellos mismos en lo que están diciendo. ¿Estoy escuchando a otros? ¿Me estoy escuchando al hablar?
-Decir sí cuando se debe decir no. Hay líderes que buscan popularidad, que dicen sí a todas las cosas cuando en realidad no quieren. Esto es producto de su propia inseguridad. ¿Tengo el coraje de decir No cuando es preciso?
-Tener favoritos. No es malo tener favoritos, lo malo es estar de acuerdo siempre con ellos. Hay que tener cuidado de no caer en una dependencia personal. Ser un líder de éxito requiere vivir en interdependencia. ¿Tengo favoritos?
¿Con cuál estás luchando?
Alguien dijo que hay que ser muy valiente para reconocer los errores propios, que los ajenos se reconocen enseguida. Quizás los hábitos que podrían frenar tu liderazgo no aparezcan aquí, pero lo más importante es que puedas reconocer algún mal hábito tuyo y reaccionar. Se requiere coraje para comenzar a trabajar sobre nuestros hábitos. Los líderes que han alcanzado resultados extraordinarios, son aquellos que decidieron abandonar sus malos hábitos e incorporar otros nuevos.
“Cuando la lucha de un hombre comienza dentro de sí, ese hombre vale algo.”
Robert Browning

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