Bueno, te diré la buena, y es que ¡hoy es un nuevo día y estás en él! ¡Claro!, sé que no suena muy espectacular, porque lo diste por sentado esta mañana cuando despertaste con algún dolor o cuando te preocupaste por ciertas cosas. Pero lo es.
O quizá amaneciste deseando que fuera viernes, o que fueran vacaciones, o estar en algún otro lado...
Y la mala noticia es que EL HOY es lo único que tienes. El pasado ya pasó y el futuro todavía no vino.
Este tiempo presente ayuda a que estemos pensando en los posibles problemas del mañana. No sólo porque es “necesario pensar en ellos”, como por ejemplo con qué pagaremos las cuentas,... etc, sino también, y fundamentalmente, porque no somos capaces de vivir y disfrutar a la vez.
En Mateo 6:34 dice ”Así que no se preocupen por el mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones. Los problemas del día de hoy son suficientes para hoy.”
Ya que tienes un nuevo día, ¿qué tal si lo disfrutas? ¡Ocúpate de lo que te debes ocupar,... que para PREOCUPARSE DEL MAÑANA hay tiempo!
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