jueves, 3 de octubre de 2013

¿Por qué no valoras lo que tienes? - Ánimo en mensaje

En esta vida todo tiene su momento; hay un tiempo para todo.
Eclesiastés 3,1

¿Por qué? Es una contradicción del ser humano, el hecho de que a veces se pasa la vida entera pidiendo por aquello que no tiene, y cuando Dios le bendice con el anhelo de su corazón, algo sucede que pierde el interés y no valora la bendición.
Quisiera exhortar a todas las personas, y yo también me incluyo, a valorar lo que tienen, y sobre todo aquello por lo que en oración clamaron y que ahora están descuidando de la manera más necia.
Con todo el amor que Dios en esta mañana pone en mi corazón, quisiera exhortar de manera muy particular a los estudiantes. Es una bendición que los padres den estudios a sus hijos con la provisión de nuestro Padre Celestial.
Porque estudiar es un privilegio del que no todos pueden disfrutar, y todos aquellos que tienen este privilegio necesitan valorarlo y dar todo de ellos. Todo tiene su tiempo, y si eres estudiante tu prioridad es estudiar y a través de tus calificaciones darle toda la gloria a Dios. Cada buena calificación es un TE AMO, Padre Celestial y TE AMO, padres de carne y hueso.

Ayer escuchaba a mi mamá, quien trabaja muy duro al igual que mi papá, para dar lo que necesitan sus hijos y entre ellos yo, hablar acerca de lo difícil que están las cosas en su trabajo.
Sentí vergüenza cuando la escuché hablar. Sentí vergüenza y coraje conmigo misma, porque mientras mis padres estaban dando todo en el trabajo, yo inmaduramente ocupaba mi mente en otros asuntos, que Dios me confirmó que Él tomaría las riendas.

Querido amigo(a) estudiante, no te distraigas, no lo hagas más, todo tiene su tiempo para cada cosa que se hace bajo el cielo, y en estos momentos tus prioridades son otras diferentes al solaz, estudia tan duro como sea posible, date el gusto de decirle a tu Padre Celestial “LO LOGRÉ" y luego un “GRACIAS” a tus padres de carne y hueso, que día a día desempeñan labores que quizás no desearían llevar a cabo, pero lo hacen por ti y por mí.
No echemos por la borda todo ese esfuerzo y mucho menos la bendición de estudiar.

Si en estos momentos te has dado cuenta del tiempo que has perdido, ánimo, aún no hay nada definitivamente perdido. Si te falta hacer aún algunos exámenes, pruebas, etc, prepárate para ellos con todo ese don que Dios te ha dado.
Haz sonreír a Dios, a tus padres y a ti mismo(a) con tus habilidades desarrollándose en plenitud.

Yo me acabo de dar cuenta de mi falta de sabiduría por no haber dado todo de mí hasta ayer en mis estudios. Y... ¿tú ya te diste cuenta?

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