sábado, 17 de agosto de 2013

¿Llorar Te Hace Feliz? - Crecimiento personal-espiritual - Vídeo

Soy la mayor de tres hermanas en mi familia. Sí, todas mujeres y bueno, ahí en mi casa nunca se escuchó esa condenatoria frase de “no llore hijo, porque usted es hombre”. Yo  me preguntaba, ¿por qué los hombres tienen lagrimales si no deben llorar? Pero como te decía, soy la mayor de tres hermanas y aunque me libré de la frase ya  leída, no me libré de esta otra,“no llores más porque tus hermanas más pequeñas se van a asustar y tú debes darles ejemplo”.
Cuando la que te escribe pasaba un momento difícil, vivía alguna terrible pena o simplemente me golpeaba un dedo, estaba muy bien adiestrada para no llorar, y la manera de liberar un poco de tensión o pena era gritando o diciendo alguna grosería.
Te confieso que tenía un excelente control sobre mis lágrimas. Y si alguna vez me sentía desolada o triste y se me daba permiso para llorar, sabía que en cuanto viera frente a mí a alguien más pequeño, en cualquier aspecto de mi vida, con sólo aspirar aire con mucha fuerza, comenzaba a respirar lenta y profundamente, venía a mí el control y me dedicaba a consolar a los que estaban a mi alrededor.
Con el paso de los años, para la mayoría de mis familiares y amigos yo era muy fuerte y valiente, pero eso estaba lejos de ser verdad.
Al cabo de unos años descubrí que llorar era prácticamente un regalo de Dios, tanto es así que Jesús dice que el que llora es bienaventurado, que significa ser doblemente bendecido, o sumamente feliz. Sin embargo, la Palabra enseña que los gritones, mal humorados o los que dicen malas palabras se están buscando problemas con Dios.
Efesios 4:29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. 4:30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. 4:31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería maledicencia, y toda malicia.
En la sociedad, la mayoría de las personas entienden que llorar es una muestra de fragilidad, que llorar es señal de inmadurez o de falta de control, pero una vez leí que llorar no te hace débil, que desde que nacimos es una señal de que estás vivo. Quiero que sepas lo que dice Dios respecto a llorar:
Mateo 5:4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.
Lucas 6:21 Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.
Lucas 23:27, 28.  “Y le seguía gran multitud del pueblo, y de mujeres que lloraban y hacían lamentación por él. Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos”.
Además de esto, la ciencia ha demostrado que llorar es la mejor manera de depurar nuestra alma y nuestro cuerpo. Date cuenta de que todo nuestro cuerpo está listo para desechar aquello que no le sirve, y las lágrimas, así como el sudor, la orina, defecar, la menstruación, etc., son contribuidoras a la liberación de toxinas.


Llorar es un impulso natural del ser humano, que si bien las mujeres manifestamos más seguido, no por eso es injustificado, y los hombres deberían practicarlo más.
Y contener el llanto no es sano: Llorar es una respuesta orgánica frente a una situación de tensión y estrés intenso. ¿Cómo funciona? Al dejar que las lágrimas fluyan, el cuerpo entra en un estado de tristeza. Entonces nuestro organismo se pone en campaña para relajar el cuerpo y atenuar la sensación de tensión, libera toxinas, opiáceos y oxitócicos, una especie de calmantes naturales.
Es por eso que no lloramos eternamente, aunque la situación que nos detonó no se haya solucionado. El cuerpo nos permite, con las lágrimas, procesar una sensación y superarla.
Sepa que llorar también beneficia su salud emocional, pues le ayuda a sacar las sensaciones negativas que un determinado evento o circunstancia haya causado a su vida.
Como ya dije, llorar le permite eliminar toxinas, y después de permtirse derramar sus lágrimas sentirá un efecto beneficioso, un bienestar similar a tomar un baño tibio antes de ir a la cama. Así que debemos responder a nuestra necesidad de ellas. Y si por alguna razón te cuesta llorar, pelar cebollas o mirar alguna película triste puede ayudarte a dar el primer paso.
No permitas que tu corazón siga endurecido y te engañe, haciéndote pensar que no llorar es tener mansedumbre o dominio propio.
Romanos 12:15 Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran. 12:16 Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión.
Si bien esta bienaventuranza y consuelo es para aquellos que hemos llorado, por estar profundamente tristes ante la confrontación de nuestros pecados, y además, el Espíritu Santo, al llenarnos de auténtico arrepentimiento, nos contrista quebrantando nuestro ser natural, también es una realidad que el mundo ha utilizado el llanto y las lágrimas hipócritas para chantajear y manipular. Sin embargo, recordemos que Dios es omnisciente y en su gran poder jamás podremos burlarnos de Él.
Gálatas: 6:7 No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. 6:8 Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. 6:9 No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.

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