“Cada cosa que pensamos, cada cosa que decimos, está creando nuestro futuro” Marci Shimoff
La verdad es que muchos de nosotros tenemos un villano que nos impide alcanzar nuestros sueños. Debemos entender que el mayor boicoteador de nuestros sueños no es el diablo, no son las personas que nos rodean, somos nosotros mismos. Nuestra falta de confianza y nuestra incredulidad hacen que no podamos alcanzar lo que tanto anhelamos.
La mayoría de las personas no se gustan a sí mismos, y como no se gustan a sí mismos no pueden amarse, y como no pueden amarse a sí mismos tampoco pueden amar a los demás. Ese autosabotaje hace que sus vidas sean complicadas, porque la vida es un asunto de relaciones. Y yo, ¿cómo me estoy relacionando?
El sabio Salomón decía que lo que somos está de acuerdo a lo que pensamos. ¿Cómo son mis pensamientos? ¿Cuáles son las conversaciones que mantengo conmigo mismo cada día? Seguramente muchas de esas conversaciones tienen que ver con lo siguiente:
“Soy un perdedor”
“No valgo nada, soy un gusano”
“No merezco ser feliz”
“Yo no puedo”
Hay muchas más que nos decimos, y decirlas también es fe. La fe viene por el oír, y el oír por las palabras que te repites cada día. Tú eres responsable de guardar tus pensamientos. Tu felicidad y tu éxito dependen de ti, no de lo que puedan decir otras personas. Todo lo que hizo Dios fue bueno y todo lo que Él tiene para tu vida también es bueno. Su plan es de bienestar, de prosperidad, no es de calamidad, no es para darte mal, es para darte esperanza y un futuro mejor.
Deja de pensar en lo negativo, tú tienes el poder de elegir lo que quieres ver, oír y pensar. Piensa en lo que es bueno para tu vida. Evita las malas compañías, deja de ver películas o novelas que no te edifican, no veas ni leas revistas ni libros que no te convienen, no navegues en internet por sitios peligrosos para tu corazón. Tú eres responsable de tu vida.
Y la vida son elecciones que hacemos día a día, no son las situaciones, son las emociones, y necesitamos aprender a intervenir en ellas. Nuestra actitud ante la vida determinará cuánto estamos dispuestos a crecer y vivir.
Si somos tan exitosos en admitir nuestro fracaso, canalicemos también toda esa energía en admitir nuestro éxito, comencemos a vernos exitosos y actuemos como tales. Nuestras palabras tienen poder, usémoslas para el bien, para la vida. Elige hoy la bendición, la prosperidad, el bienestar, la calidad que Dios te da.
“En la lengua hay poder de vida y muerte; quienes la aman comerán de su fruto.” Proverbios 18:21
Hoy es un buen día para comenzar a admitir la verdad de Dios sobre tu vida, no sigas autosaboteándote, tú eres hechura suya creado en Cristo Jesús para buenas obras. En ti hay virtudes y fortalezas en las que necesitas enfocarte para alcanzar tu potencial.
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