jueves, 14 de marzo de 2013

Por el orgullo se pueden perder muchas bendiciones - Devocional


Quien teme al Señor aborrece lo malo;
    yo aborrezco el orgullo y la arrogancia,
    la mala conducta y el lenguaje perverso. Proverbios 8:13
Una persona orgullosa es aquella que no acepta que hizo un daño, un mal, ya que para él es algo así como un golpe a su ego; un orgulloso nunca te pedirá perdón, ni mucho menos cambiará malas actitudes, y nadie le puede hacer cambiar de opinión. El orgullo es algo que Dios no aprueba en sus hijos. En el mundo existen muchas personas orgullosas, incluso en las iglesias, pero el orgullo no viene de Dios, sino del enemigo, por lo tanto si yo digo que amo a Dios y soy orgulloso, estaría mintiendo, si una persona dice tener el amor de Dios y tiene orgullo, el enemigo podría estar operando en su vida.
por el orgulloEl orgullo es un cáncer, que puede matar vidas, familias y hasta ministerios. Un ejemplo de esto es cuando el orgullo no te permite perdonar, y teniendo o no la razón, te niegas a perdonar cualquier ofensa, e incluso a pedir perdón; tal parece como si la persona orgullosa no se adecua con la humilde, es como si chocaran. 
El perdón o el amor son como una pluma ligera que puede llegar y tocar un muro, pero el muro es de cemento, y es tan duro, que no le permite a la pluma pasar. Porque el orgullo sólo necesita alimentar su ego, en el que, por diferentes circunstancias de la vida, las personas orgullosas no son personas estables, porque nunca pueden vivir perdonando, porque, como lo dijo Jesús, no se les puede corregir, porque no tienen la humildad suficiente para ser disciplinados y prefieren dejarse llevar por este sentimiento tan profundamente egoísta, que nos lleva a perder cosas tan valiosas.... Sólo por no decir, sí fallé, y también decir, lo siento.
“Abominación es a Jehová todo altivo de corazón; ciertamente no quedará impune.” Proverbios 16:5
El Señor es excelso,
    pero toma en cuenta a los humildes
    y mira de lejos a los orgullosos. Salmo 138:6
No permitas que crezca ni una pizca de orgullo en tu corazón, el orgullo te hace sentir superior y no te deja recibir consejos, porque no necesitas de nadie. El orgullo es PECADO, y Dios mira de lejos a estas personas orgullosas, pero se fija en los humildes; no importa lo que hagan los demás, no importa si te hieren sin razón, tú perdona, no importa lo que digan, tú sé humilde en sonreír y bendecir a quien por orgullo te quiere hacer mal. Mejor marca la diferencia siendo humilde, y no pierdas muchas bendiciones que Dios te quiera dar, sólo por un impedimento que se llama, orgullo.
Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón;
    pónme a prueba y sondea mis pensamientos.
 Fíjate si voy por mal camino,
    y guíame por el camino eterno. Salmo 139: 23-24

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