A veces no hemos terminado de salir de uno cuando aparece otro; la verdad es que esto puede afectar fuertemente a nuestro estado de ánimo y, aunque a veces queremos creer que las cosas van a mejorar, de pronto todo se nubla y parece que el sol jamás va a salir.
Al pensar en los problemas que vienen a nuestra vida y que a veces son tan seguidos, puede venirnos a nuestra mente Job, ese hombre del cual Dios tenia un muy buen concepto pero que, a pesar de ello, tuvo que pasar por graves problemas que le llegaron uno tras otro en muy poco tiempo.
Job perdió en un solo día sus bueyes y burros, sus ovejas y sus pastores, sus camellos y sus esclavos y una de las pérdidas más dolorosas, murieron sus diez hijos de una sola vez.
Luego Job fue víctima de una enfermedad muy difícil; además de esto su mujer se puso en su contra al verle tirado en su enfermedad, pero me impactan las palabras que Job respondió a su mujer en medio de todas las catástrofes que estaba experimentando:“Pero, Job le respondió: —No digas tonterías. Si aceptamos todo lo bueno que Dios nos da también debemos aceptar lo malo. Y a pesar de todo lo que le había sucedido Job no pecó contra Dios diciendo algo malo” Job 2:10 (Traducción en lenguaje actual).
Si cada uno de nosotros tomara muy en serio las palabras de Job, podríamos observar la vida desde otro punto de vista. Job dijo: “Si aceptamos todo lo bueno que Dios nos da, también debemos aceptar lo malo”. Qué sabias palabras de un hombre que estaba pasando por uno de los mayores problemas que un ser humano puede experimentar.
¿Cómo soportamos nosotros nuestros problemas? ¿Qué es lo primero que hacemos? Seamos sinceros, la mayoría de nosotros cuando nos enfrentamos a esos problemas que no quisiéramos afrontar lo primero que pensamos es: ¿Dónde está Dios?, ¿por qué permite que esto pase?, ¿por qué a mí, si yo te sirvo? Sin embargo Job decidió aceptar lo malo, así como también le gustaba aceptar lo bueno. Sin duda Job era un hombre tal y como Dios lo había descrito: “Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?” Job 1:8 (Reina-Valera 1960).
Job siguió afrontando muchos más problemas, aparte de los que ya existían, perdió su buena reputación delante de los hombres pero nunca delante de Dios, sus mejores amigos se apartaron de él dejándole solo en su momento de crisis. Pero es motivo de ejemplo lo que Job contesta en medio de su momento de angustia: “Yo sé que mi Redentor vive…” Job 19:25 (Reina-Valera 1960). Creer en Dios a pesar de ver todo en contra es uno de los ejemplos que Job nos dio.
¿Qué es lo que estás afrontando en este momento? ¿Es mayor que lo que Job experimentó?, ¿Cómo estamos reaccionando frente a nuestros problemas? ¿Los aceptamos?, ¿Renegamos contra Dios? ¿Nos alejamos de Él? ¿Cuál es nuestra reacción frente a los distintos problemas que se nos pueden presentar?
Creamos en el Señor a pesar de que todo esté en nuestra contra. Recordemos que nuestra FE no esta puesta en algo material o humano, sino en el Señor Dios Todopoderoso que gobierna sobre TODO.
No importan los problemas en los que a esta hora estemos metidos, tenemos que seguir siendo fieles a Dios, buscarle con todo nuestro corazón, y, sobre todo, creer firmemente que Dios ha de salir a nuestro rescate porque Él lo ha prometido.
Quizá hoy todo esté nublado, pero pronto aparecerá el sol maravilloso de Dios alumbrando nuestro día, y entonces nos daremos cuenta de que valió la pena creerle a pesar de que todo estaba en contra, pues Dios recompensa a los que en Él creen a pesar de no ver en su momento una solución posible.
Dios recompensó esa fidelidad de Job en medio de sus problemas: “Y bendijo Jehová el postrer estado de Job más que el primero; porque tuvo catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas, y tuvo siete hijos y tres hijas” Job 42.12-13 (Reina-Valera 1960).
Quizá estemos a punto de perder mucho o todo, quizá en este momento en nuestro corazón haya desesperación al ver cómo los problemas, lejos de solucionarse, aumentan, pero aún en medio de todo el panorama que en este momento estemos visualizando, ¡CONFIEMOS!, sigamos creyendo en que Dios obrará, no nos enojemos con Él, no le reclamemos por nuestro actual estado, simplemente seamos FIELES, y entonces Dios a su debido tiempo nos recompensará al doble.
Cuando estemos afrontando crisis difíciles en nuestra vida, cuando los problemas se agraven y no encontremos una solución, únicamente recordemos que nuestra vida está en las Manos de Dios y que Él siempre tendrá cuidado de nosotros; por esa razón no desmayemos, no nos alejemos, sino confiemos en Él, porque Él hará.
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