sábado, 17 de noviembre de 2018

La Noche Más Oscura.

“Porque por un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría” (Salmo 30:5)
¿Quién no ha pasado alguna noche difícil?...
... Esa noche que estuviste en la sala del hospital, esperando noticias, temiendo lo peor. O aquella que pasaste llorando por la herida que causaron a tu corazón. O aquella otra en  la que sentías temor, hambre y frío. ¿Y qué de aquella en la que te tocó despedir a un ser que amabas y partió hacia la eternidad?
Resultado de imagen de la noche es más oscura antes del amanecerTodos hemos tenido noches oscuras. Pero no todas son oscuras. ¿Aunque, qué tiene la noche que parece atraer o acrecentar pesares, dolores y quebrantos?
La noche, en este caso, no es la otra mitad del día; representa una época, una temporada que vivimos en la cual todo fue (o es) sombrío, oscuro, frío. Parece que nunca va a acabar. Sientes una intensa agonía y percibes el peligro a cada instante.
Dios no pudo escoger a nadie mejor para hablarnos de noches oscuras que David. Él sí sabía de noches oscuras, de persecuciones, de traiciones y soledad, de dolor y peligros de muerte, de huir de un patrón, de llorar la muerte de un amigo o como la de su bebé recién nacido. Sabía de menosprecios y humillaciones. David es el mejor para hablarnos del tema.
David nos cuenta que la noche termina cuando comienza el día; y tu día comienza cuando te decides a alabar a Dios. No tienes que sentarte a llorar hasta que todo acabe (a su propio ritmo). Lo último que verás en tu noche más oscura, y lo primero que se te escuchará antes de que amanezca será tu adoración al Señor.
Job lo dijo de esta manera: “¿Dónde está Dios mi hacedor, que me da cánticos en las noches?” (Job 35:10)
David, una vez más, lo declara: “Pero de día mandará el Señor su misericordia, y de noche su cántico estará conmigo, y mi oración al Dios de mi vida” (Salmo 42:8)
Y otra vez: “Al señor busqué en el día de angustia; a él alzaba mis manos de noche y sin descanso” (Salmo 77:2). Y finalmente: “… Aún la noche resplandecerá alrededor de mí” (Salmo 139:11)

El verdadero poder de la prueba

“Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido zarandearlos a ustedes como si fueran trigo. Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a mí, fortalece a tus hermanos”.
(Lucas 22:31 – 32 NVI)

Somos esclavos de nuestros temores, nos pasamos la vida tratando de controlar las pruebas que hemos de atravesar. Interiormente tenemos un mar de sentimientos encontrados, lo que hemos soñado, aquello que en lo más profundo de nuestro corazón anhelamos, o eso que después de pedirle durante mucho tiempo a Dios que nos lo conceda, no lo recibimos.
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Quizá usted sea una de esas mujeres decepcionadas del amor de su esposo, o simplemente sus deseos de alcanzar felicidad parecen lejanos e imposibles; o es un hombre cansado de la rutina de su hogar, que se siente desesperado por la cantaleta de su esposa y el agobio de los gastos que producen sus hijos, o que atraviesa desiertos por los cuales continúa caminando como si se encontrase en un laberinto sin salida; desiertos de desamor, desprecio, soledad, fracaso laboral, enfermedad, la pérdida de un ser querido... y ante este horizonte solo ve oscuridad.

Al primer tropiezo o dificultad nos derrumbamos, abandonamos la esperanza, caemos y nos dejamos desanimar, nuestra visión se nubla, y como un círculo vicioso vagamos en la vida repitiendo una y otra vez la historia. Nos preocupa y atormenta algo que aún no ocurre, nos ahogamos en nuestras preocupaciones, y acudimos a todo y a todos menos a Dios para darles solución.
Creemos que con nuestras fuerzas lo podemos todo, renegamos de Dios y nos alejamos totalmente de Él… pero nos equivocamos. Todo en nuestra vida tiene de nuevo sentido cuando decidimos confiar y creer en el poder restaurador de Aquél que en su voluntad espera lo mejor de nosotros.
No importa donde estés, procura no pasar desapercibida/o, da lo mejor para dejar una huella positiva en ese lugar. Nuestra determinación a hacer lo que le agrada a Dios en medio de cualquier situación es lo que nos da la victoria. Mas con tus fuerzas no vas a lograr que esa situación que hoy atraviesas desaparezca; pero tener fe, creer que a Dios no le ha quedado grande tu vida, apostar a que su poder es mucho más grande que tus problemas, sí. Marcos 11: 22- 23 NVI.

¿Cómo Seguir Los Pasos de Jesús Según La Palabra de Dios?

Y ustedes fueron llamados para esto. Porque también Cristo sufrió por nosotros, con lo que nos dio un ejemplo para que sigamos sus pasos. 1 Pedro 2:21


Si deseas seguir los pasos de Jesús, observa lo siguiente en Él:

1) Nunca se apresuró para hacer nada. Ni tomó decisiones coaccionado por las tácticas de presión de otros.

Los buenos negociadores son conscientes de que saber esperar es un arma; el que más se precipita, por lo general acaba con la peor parte. El proceso de espera desvela los puntos vulnerables de cada plan y los motivos de las personas que te rodean. La impaciencia será la causante de tus peores errores; por lo tanto, piensa a largo plazo.

2) Sabía cuándo trabajar y cuándo descansar.

seguir-Jesus-Biblia-versiculosEn la tormenta del Mar de Galilea, los discípulos sudaron la gota gorda faenando mientras Jesús dormía. En el huerto de Getsemaní, los discípulos dormían y Jesús sudaba. Porque sabía cuándo era pertinente trabajar y cuándo descansar. Para poder hacer la voluntad de Dios y no quemarte, debes aprender a discernir los momentos de actuar y los de confiar, en qué asuntos debes inmiscuirte y cuáles debes dejar en las manos de Dios.

3) Nadie estaba más ocupado que Jesús. Todo el mundo lo reclamaba.

Cuanto más éxito tengas, más gente va a querer algo de ti. Jesús se apartó para poder recibir; entendió que no se puede dar de lo que no se tiene. El trabajo es dar, el descanso recibir. Jesús halló el equilibrio y por eso logró hacer tanto en solo tres años.
Cuando estás descansado, tu mente se encuentra más despejada y tomas mejores decisiones, ves la vida con confianza, rindes más y lo que edificas es duradero. Haz un alto en medio de tu apresuramiento diario. Para seguir los pasos de Jesús tienes que ser dirigido, ¡pero no arrastrado!

miércoles, 14 de noviembre de 2018

¿Fue Jesús crucificado en viernes?

Resultado de imagen de ¿Fue Jesús crucificado en viernes?La Biblia no especifica claramente qué día de la semana fue Jesús crucificado. Las dos opiniones más extendidas son que en viernes y miércoles. Otros, sin embargo, usando una síntesis de ambos argumentos, el viernes y miércoles, aceptan el jueves como el día más probable.
Jesús dijo en Mateo 12:40 “Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.” 

Aquellos que opinan que la crucifixión fue en viernes, dicen que existe una forma válida de considerar que permaneció en la tumba por tres días. Según la mentalidad judía del primer siglo, parte de un día era considerado como un día completo. Puesto que Jesús estuvo en la tumba parte del viernes, todo el sábado y parte del domingo, pudieron haber considerado que efectivamente Él estuvo ahí por tres días. Uno de los principales argumentos sobre el viernes se encuentra en Marcos 15:42 donde dice que Jesús fue crucificado “la víspera del día de reposo” (el día anterior al Sabbath o sábado). Si ese era el Sabbath semanal, entonces el hecho nos lleva a la crucifixión el viernes. Otro argumento a favor del viernes dice que los versos tales como Mateo 16:21 y Lucas 9:22 enseñan que Jesús resucitaría en el tercer día, por lo que Él no necesitaría estar en la tumba los tres días y noches completos. Pero mientras algunos traductores usan “en el tercer día” para estos versos, no todos lo hacen, y no todos están de acuerdo que ésta sea la mejor manera de traducirlos. Es más, Marcos 8:31 dice que Jesús resucitaría “después” de tres días.

El argumento sobre el jueves se impone sobre la opinión del viernes, al exponer que hubo demasiados eventos (algunos cuentan hasta veinte) sucediendo entre la sepultura de Cristo y la mañana del domingo, como para que ocurriera del viernes por la tarde al domingo por la mañana. Ellos señalan que es un verdadero e inexplicable problema, que el único día completo entre el viernes y el domingo fue el sábado, el Sabbath judío. Entonces, un día extra o dos eliminarían ese problema. Los que abogan por el jueves razonan: Supongamos que no has visto a un amigo desde el lunes al anochecer. La siguiente vez que lo ves es el jueves por la mañana y dices, “no te he visto en tres días”, aunque técnicamente solo han pasado 60 horas (2.5 días). Si Jesús fue crucificado en jueves, este ejemplo muestra cómo pueden ser considerados los tres días.

¿Qué sucede con los bebés y niños pequeños cuando mueren? ¿Dónde encuentro en la Biblia, la edad de la conciencia?

La Biblia nos dice que todas las personas, incluyendo a los bebés y niños pequeños, aunque estos no hayan cometido pecados personales, son culpables ante Dios, por la herencia e imputación del pecado. La herencia del pecado es transmitida por nuestros padres. En el Salmo 51:5 David escribió, “He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre.” David reconocía que aún desde la concepción él era un pecador. El luctuoso hecho de que algunas veces los infantes mueren, demuestra que hasta los pequeños están impactados por el pecado de Adán, puesto que las muertes física y espiritual fueron el resultado del pecado original de Adán.
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Por lo tanto, cada persona, infante o adulta, es culpable ante Dios; cada persona ha ofendido la santidad de Dios. La única manera en que Dios puede ser justo y al mismo tiempo declarar justa a una persona, es cuando esa persona ha recibido el perdón por la fe en Cristo. Jesucristo es el único camino. Juan 14:6 registra lo que dijo Jesús, “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por Mí.” También Pedro declara en Hechos 4:12, “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” La salvación es una elección individual. 


Ahora bien, ¿qué sucede con los bebés y niños que no alcanzaron la sabiduría para hacer esta decisión personal? “La edad de la conciencia” es el concepto que enseña que aquellos que mueren antes de alcanzar “la edad en que son responsables” son salvados automáticamente, por la gracia y misericordia de Dios. “La edad de la conciencia” es la creencia de que Dios salva a todos aquellos que mueren antes de alcanzar la habilidad para hacer una decisión por o contra Cristo. Los trece años es la edad más comúnmente designada como la edad de la conciencia, basándose en la costumbre judía de que un niño se convierte en adulto a esta edad. Sin embargo, la Biblia no proporciona un soporte directo a la edad de los 13 años como la edad de la conciencia. Más bien varía de un niño a otro. Un niño ha pasado la edad de la conciencia, una vez que es capaz de hacer una decisión de fe a favor o en contra de Cristo. 

Con lo anterior en mente, también considera lo siguiente: La muerte de Cristo es presentada como suficiente para toda la raza humana. 1 Juan 2:2 dice que Jesús “…es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.” Este verso es claro en que la muerte de Jesús fue suficiente para todos los pecados, no solo los pecados de aquellos que específicamente han venido a Él en fe. El hecho de que la muerte de Cristo fue suficiente pago por todos los pecados, abre las puertas a la posibilidad de que Dios aplicara ese pago en aquellos que nunca tuvieron la capacidad para creer.

Tu voluntad, no la mía

Fíate del Señor de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia (Proverbios 3:5).
Kamil y Joelle quedaron devastados cuando a su hija Rima, de ocho años, le diagnosticaron leucemia. Después, la enfermedad se complicó, y Rima entró en coma. El equipo médico del hospital les dijo a los padres que hicieran los arreglos para el funeral de la niña, dándole menos del uno por ciento de probabilidades de sobrevivir.
Kamil y Joelle ayunaron y oraron por un milagro. «Mientras oremos..., —dijo Kamil—, debemos confiar en Dios, pase lo que pase. Y orar como Jesús: “No mi voluntad, Padre, sino la tuya”». A lo que Joelle respondió con franqueza: «Pero yo deseo tanto que Dios la sane...». «¡Sí! ¡Y debemos pedírselo! —respondió Kamil— Pero honramos a Dios al entregarnos a Él aunque resulte difícil, porque eso fue lo que hizo Jesús».
Antes de ir a la cruz, Jesús oró: «Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya» (Lucas 22:42). Al decir eso, no pedía dejar de ir a la cruz, sino que se sometía al Padre por amor.
Entregar nuestros deseos a Dios no es fácil, y nos cuesta entender su sabiduría en momentos difíciles. La oración de estos padres recibió una respuesta maravillosa, y Rima se sanó.
Jesús entiende nuestras luchas porque, aunque su petición no fue concedida, nos mostró cómo confiar en Dios para toda necesidad.
Padre, confío en tu amor que nunca falla. Hoy me entrego a ti para servirte.
Dios siempre merece nuestro compromiso y alabanza.

domingo, 11 de noviembre de 2018

¿Qué dice la Biblia acerca del evangelio de la prosperidad?

Resultado de imagen de ¿Qué dice la Biblia acerca del evangelio de la prosperidad?En el evangelio de la prosperidad, también conocido como la religión de la “Palabra de Fe,” se le dice al creyente que utilice a Dios, mientras que la verdad del cristianismo bíblico dice justamente lo opuesto – Dios utiliza al creyente. La Palabra de Fe, o la teología de la prosperidad, ve al Espíritu Santo como un poder para ser utilizado de la manera que el creyente lo desee. Mas la Biblia enseña que el Espíritu Santo es la Persona que habilita al creyente para que haga la voluntad de Dios. El movimiento del evangelio de la prosperidad es muy parecido al de algunas de las sectas de destructiva avaricia, que se infiltraron en la iglesia primitiva. Pablo y los otros apóstoles nunca consintieron en adaptarse o conciliarse con los falsos maestros que propagaban tal herejía. Ellos los identificaron como peligrosos falsos maestros y urgían a los cristianos a huir de ellos.
Pablo previno a Timoteo acerca de las
discusiones necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia. Apártate de los tales. 9-11 Pero los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas que hunden a los hombres en destrucción y perdición, porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe y fueron atormentados con muchos dolores.” (1 Timoteo 6:59-11).

Pablo dijo que la avaricia es idolatría (Efesios 5:5), y previno a los efesios para que evitaran a cualquiera que llevara un mensaje de inmoralidad o avaricia (Efesios 5:6-7). La enseñanza de la prosperidad niega que Dios trabaje por Él mismo, manifestando que Dios no es Señor de todo porque Él no puede trabajar hasta que nosotros le permitamos hacerlo. La fe, de acuerdo con la doctrina de la Palabra de Fe, no es la confianza sometida a Dios; la fe es un medio o fórmula por medio de la cual manipulamos las leyes espirituales, que los maestros de la prosperidad creen que gobiernan el universo. Como lo implica el nombre “Palabra de Fe,” este movimiento enseña que la fe tiene que ver más con lo que digamos, que en quién confiamos, o qué verdades adoptamos y afirmamos en nuestros corazones. 

Querido Dios...

Resultado de imagen de querido dios gracias por todoPermite que Dios sea la única persona en tu mente mientras lees esta oración.
Si tenemos tiempo para leer otras cosas, podemos sacar dos minutos para Dios.
Amigos que oran juntos, permanecen juntos.
Oremos:
Querido Dios,
Te agradezco por este día. 
Te agradezco por poder ver y oír esta mañana. 
Soy bendito porque eres un Dios comprensivo y de perdón.
Tú has hecho mucho por mí y continúas bendiciéndome cada día.

Perdóname este día por todo lo que he hecho, dicho o pensado 
que no era agradable para ti.
Ahora pido tu perdón.
 Por favor, mantenme seguro, alejado de todo peligro o daño.

Ayúdame a comenzar este día con una nueva actitud y mucha gratitud.
 Déjame hacer lo mejor de cada día para aclarar mi mente y así poder oírte. 
Por favor, expande mi mente para que pueda aceptar todos tus designios. 
No permitas que me lamente de las cosas sobre las que no tengo ningún control.

Que pueda reconocer el mal.
Y cuando cometa pecado, permíteme arrepentirme y confesar con mi boca mi mal procedimiento, y así recibir tu perdón. 
Y cuando este mundo se cierre dentro de mí, déjame recordar el ejemplo de Jesús para irme lejos y encontrar un lugar apartado para orar.
Ésta es la mejor respuesta cuando me empujan más allá de mis límites. Sé que cuando no puedo orar, Tú escuchas mi corazón.

Continúa utilizándome para hacer tu voluntad. Continúa bendiciéndome para que pueda bendecir a otras personas.
Mantenme fuerte, que pueda ayudar al débil.
Mantenme con los ánimos levantados para que pueda tener palabras de aliento para otros.

Ruego por los que se pierden y no pueden encontrar su camino. Ruego por los que son mal juzgados y no los entienden. Ruego por los que no te conocen íntimamente. Ruego por los que no creen.
Pero te agradezco porque yo creo. Creo que Tú cambias a la gente y cambias las cosas.
Ruego por todos mis hermanos y hermanas. Por cada miembro de la familia y sus hogares. Ruego por la paz, por el amor y la alegría en sus hogares, que estén fuera de deudas y todas sus necesidades estén resueltas.
Ruego que cada persona que lea esto sepa que no hay problema, batalla, circunstancia, o situación mayor que Tú, Señor.

Ésta es mi oración. En el nombre de Jesús.
Amén.

¿Dónde está la paz?

Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo (Romanos 5:1).
¿Todavía tienes esperanzas de que haya paz?, le preguntó un periodista a Bob Dylan.
-Nunca habrá paz, le respondió. Su respuesta generó críticas, pero es innegable que la paz sigue siendo escurridiza.

Unos 600 años antes de Cristo, la mayoría de los profetas preconizaban la paz. Pero Jeremías le recordaba al pueblo de Dios lo que Él había dicho: Obedézcanme. Así yo seré su Dios, y ustedes serán mi pueblo (Jeremías 7:23 nvi). Pero ellos siguieron ignorando al Señor y sus mandamientos. Los falsos profetas decían: ¡Paz, paz! (8:11), pero Jeremías predecía desastres; y Jerusalén cayó en el 586 a.C.

Es raro que haya paz. Pero la misma profecía revela a un Dios que ama sin límites y que le dice a su pueblo rebelde: “Con amor eterno te he amado; por eso, te prolongué mi misericordia. Volveré a edificarte: serás reedificada, virgen de Israel. De nuevo serás adornada con tus panderos y saldrás en alegres danzas.(Jeremías 31:3-4).

Dios es un Dios de amor y paz. El pecado quita la paz del mundo y de nosotros. Pero Jesús vino a este planeta para reconciliarnos con Dios y darnos paz interior: Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. (Romanos 5:1). Sus palabras están entre las más esperanzadoras que se hayan escrito.
Ya sea que vivamos en una zona de combate o en un vecindario tranquilo, Cristo nos invita a disfrutar de su paz.
Señor, gracias porque no hay guerra ni conflicto que nos quite tu paz.
Dios no nos da felicidad y paz fuera de Él, ya que no se encuentran en otro lado.